Posiblemente cuentas con un enfoque muy erróneo de lo que es tu productividad. Crees que se trata de las horas trabajadas. O de estar más ocupados, cuanto mantener poco tiempo disponible, quizás correr de un lado para otro. Tal vez se trata de tener la agenda llena. La realidad es que no es así, porque en esencia no sabemos cómo gestionar nuestro tiempo efectivamente.
¿Te has dado cuenta de que las personas que más tiempo están en la oficina son los que más se distraen? Pasan el tiempo viendo videos, se toman más horas de comida, llegan tarde al trabajo, entre otras cosas. En uno de mis empleos (en esos que está mal visto salir a la “hora”), varios días salía a las 10 pm (pocos eran por la carga de trabajo). La mayoría de las veces era porque como veían mal que me fuera a mi hora siendo de R. Entonces en el día me enfocaba en atender a los colaboradores, conversar con mis compañeros de trabajo y ya por la noche avanzaba en mis pendientes.
Muchas veces trabajamos más horas de las que son necesarias. No niego que haya días pesados, pero lo que realmente pasa es que nos distraemos mucho. Ya sea en juntas, reuniones, redes sociales, platicando de más, no delegando y solo llenándonos de más trabajo.
Lo que tenemos que hacer es aprender a decir “no”:
A las redes sociales o a distractores.
A saturarnos de trabajo, por no saber delegar o por no saber decir “no puedo”.
Las juntas extensas que no llevan a ningún lado.
Lo segundo que tenemos que hacer es aprender a decir más “sí”, a lo que más nos gusta:
Pasar y gozar más tiempo con nuestros seres queridos.
Hacer más cosas que disfrutes, que te carguen de energía.
A darte más tiempo a ti, a deleitarte con tu compañía.
Tu productividad
De Julián Castañeda (Coach en productividad), entendí un patrón de conducta interesante. Si sigo permitiendo que lo que no termine de hacer, lo haga en mi tiempo de descanso, voy a seguir repitiendo este patrón. Porque en mi mente siempre existirá el “no me dio tiempo, pues lo hago en mi tiempo de descanso”. Es importante que honremos nuestro tiempo libre, porque si no lo hacemos nosotros nadie más lo hará por nosotros.
Mi tercera recomendación es que definas 3 objetivos que desees sí o sí lograr en tu día. Que te permitan avanzar en tus metas y que sean estratégicos. No te recomiendo más, porque en mi experiencia entre las actividades del día a día y situaciones inesperadas, se puede volver complicado cumplirlas. Algo que puedes hacer es definirlas un día antes o antes de iniciar tu día laboral.
Y por último descansa y permítete momentos de ocio. Este último lo escuche por primera vez con Joselyn Quintero. Ella nos explica que es indispensable que nos permitamos de alguna forma “aburrirnos” para poder tener momentos en donde la creatividad y las ideas puedan llegar. Y es que, si no tenemos tiempo ni para pensar, ¿Cómo van a llegar nuevas ideas o soluciones?
Y con descansar, no me refiero a dormir. Se trata de desconectarte del trabajo por mínimo un día. Despejar tu mente y conectarla a lo verdaderamente importante. Es decir, tú, tus seres queridos o lo que para ti sea importante para que así puedas recargar energía, de esa que te inyecta motivación para avanzar. Ser feliz es el reflejo de tu productividad.
Ver también ¿Qué influencia tienen las emociones en nuestras decisiones?
Ver vídeo ¿Por qué consigo empleos tóxicos?