Existen diversos factores que pueden afectar nuestra fuerza vital en el trabajo. Entre ellos están: tener problemas de salud, la rutina, el estrés y los problemas que vivimos en el día a día con nuestros compañeros de trabajo, clientes y hasta con nuestros líderes.
Por ello, es importante que cuando identifiquemos que nos estamos empezando a sentir desmotivados, hagamos un “reseteo” que nos permita reconectar con la vitalidad que existe dentro de nosotros.
Ahora, no necesariamente tienes que esperar hasta sentirte como anteriormente lo mencioné para accionar. Cada día puedes hacer alguna actividad que te permita incrementar tus niveles de vitalidad. A continuación, te recomiendo algunas.
Vacía tu mente
Constantemente nuestro cuerpo y mente, viven en estrés continuo. Porque no le permitimos relajarse. Creemos que el estar pensando en todo lo que tenemos que hacer nos va a ayudar, pero solo nos afecta. Mi recomendación, anota tus pendientes en un post it. Enlista un día antes los pendientes que sí o sí, tienes que hacer al día siguiente. En cuanto recuerdes un pendiente ponte una alarma con recordatorio. Así le vas a ayudar a tu mente a relajarse y a tu cuerpo a dejarse de estresar por los pendientes.
Agradece
Fácilmente se nos olvida lo bendecidos que somos. Nos acostumbramos tan rápido a todo, que es hasta que lo perdemos que recordamos su valor. Por ello, crea el hábito de agradecer todo lo que tienes. Agradece el dinero que recibes y que te permite hacer pagos También la computadora y el internet que tienes que facilitar y hace más cómodo tu trabajo. Agradece el apoyo de tus clientes y compañeros de trabajo y todo lo que te gusta de tu trabajo. Agradecer todo lo que tienes, te va a permitir cambiar tu enfoque cuando las cosas no vayan tan bien.
Conecta con la naturaleza
Tómate un descanso y aprecia el atardecer. Observa el movimiento de los árboles, ve a los pájaros volar (deléitate con su canto). Pisa descalzo el pasto, acaricia a tu mascota. Los fines de semana ve a parques, bosques, ríos que te permitan relajarte, olvidarte del trabajo y recargar baterías.
Duerme lo necesario
Suena muy obvio, pero muchas veces no dormimos lo suficiente. Identifica cuantas horas necesitas dormir para sentirte con energía. Si te es posible, toma siestas de 15 minutos y descansa tu vista cada hora. Ve al horizonte, no pases de tu computadora, al celular o a la televisión.
Desconéctate de tu trabajo
En tus días de descanso, no realices ninguna actividad relacionada al trabajo (nada es nada). Para que tu mente pueda relajarse, distraerse y eliminar el estrés que pudiera existir en ella. Cuando salgas del trabajo, imagina que cruzas un puente y detrás de él. Dejas todos los pendientes que tienes (de esta forma soltaras lo que te preocupa).
Relaja tu cuerpo
Está comprobado que cuando nos estresamos dejamos de respirar. Cada determinado tiempo realiza ejercicios de respiración. Inhala, cuenta 4 latidos de corazón, exhala, repite por lo menos 4 veces. Medita durante 5 minutos. Enfoca tu mente en algo, puede ser un mantra, un decreto, una afirmación o un sonido que haya a tu alrededor.
Conócete. Es la clave fundamental que te va a ayudar es que aprendas a identificar que actividades contribuyen a sentirte mejor. Analiza lo que incrementa tu fuerza vital tanto para el trabajo como para la vida.
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Vídeo Motivación laboral
Autor: Izcaret García