Desde esta sección, es mi intención crear espacios de encuentro con la cotidianidad y la conciencia del ser. Es por ello por lo que en cada artículo que te entrego te hago la invitación de ser y estar presente. Y hoy quiero hablarte de la coherencia entre el ser y el hacer.
Antes de iniciar te pido tomes consciencia de tu cuerpo. Realiza una respiración lenta, suave y profunda. Exhala el doble de lo que inhalas sin olvidar las pausas y, ¿Por qué hago esto? Sencillo, para llamar tu atención y leas con detenimiento, sin juicios y desde la compasión.
Vivimos en una sociedad frenética, neurótica, con muchas prisas e inmediaciones. Con miles de pensamientos (poco discernimiento) e inmersos en múltiples tareas. Si estás aquí en este espacio es porque en realidad estas en la búsqueda de una verdad que sabes que existe. Pero por algún motivo te parece lejana a ti, pero sobre todo es porque te estás preguntando sobre eso que ocurre fuera y dentro de ti.
Practicar la coherencia entre lo que somos y lo que hacemos es un verdadero reto en nuestra sociedad actual. Pregúntate, ¿Qué es para ti un ser íntegro? No hace falta que respondas ahora mismo. Deja que la pregunta te envuelva, se asiente en ti y luego dedica unos minutos para tomar consciencia y discernir.
Desde el Yoga he aprendido a desmenuzar las capas del ser. Esto me permite profundizar en la coherencia entre lo que somos, lo que hacemos y lo que decimos. Es por esto por lo que al discernir en el concepto de integridad y plantear una definición podría decirte que es, aquello que está completo o tiene todas sus partes en equilibrio, es la totalidad, la plenitud.
Coherencia
Lo íntegro es algo que tiene todas sus partes intactas, en armonía, en concordancia. Y al observarlo, al sentirlo se experimenta plenitud y confianza.
Quiero exponerte algo muy personal. Durante mucho tiempo he visto un afán de postureo, de necesidad de tener razón a cuesta de lo que sea. De creer que si eres más flexible, más estable o más zen eso te convierte en ser más evolucionado. Sin embargo, algunas personas se quedan en la superficialidad de la foto, en el postureo. Pero en el fondo hay vacío, poco han profundizado en el autoconocimiento, aunque tú, que estás leyendo estas líneas estás unos pasos por delante ¿Y sabes por qué lo sé? Porque estás aquí, en este espacio donde puedes discernir. Lo importante es que tengas la capacidad de preguntar, de sentir y realmente de experimentar tu propia verdad. Poder tratarte a ti y a los demás con honestidad, rectitud, desde la verdad. No de lo que quieres para beneficio propio sino para el bien mayor esto es ser íntegros.
Vivir en integridad es un gran desafío que requiere disciplina para no dispersarnos. Profundizar y cultivar el equilibrio del cuerpo, la mente y las emociones a través del autoconocimiento, compasión para observar lo visible e integrar lo invisible.
Acepta con amabilidad el punto donde te encuentras responsabilizándote de la parte que te corresponde y a voluntad actúa con Integridad. Vive con coherencia siempre.
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