La mayoría de las personas quiere más dinero, pero no sabe dar una cifra exacta de lo que quisiera tener. Es como si el propósito fuera desear más, aunque no definir con exactitud. Si te identificas con este comportamiento, en este artículo te ofrecemos algunas sugerencias que te ayuden a definir cuánto dinero es suficiente para ti.
Para empezar, necesitas metas claras y accesibles para tus recursos y contexto. Si en tus anhelos no incluyes la realidad que te rodea, te sentirás frustrada por no lograr lo que deseas. Esto puede incluir las deudas que tienes, cómo manejas tu dinero, si posees educación financiera o no. Todo lo que te haga más consciente en el manejo de tus finanzas influye en las metas que te propongas.
Ahora bien, ¿Sabes cuánto dinero quieres? Llegar a una cifra depende del propósito que le das a tus recursos. Esto puede ser una confrontación incómoda para ti. Te entendemos, la cultura que nos sostiene es de necesitar dinero para consumir como autómatas. Así que pensar en una cifra exacta suele generar ansiedad por no saber qué elegir.
Sabemos que tu mayor interés es sentirte tranquila para cubrir los gastos de vivienda, alimentación, salud, transporte y ocio. Para ello, te presentamos tres aspectos para que examines tus necesidades financieras.
Auto conocimiento
Necesitas saber cuánto cuesta lo que es básico para ti mensualmente. La renta o hipoteca, la cuota del seguro médico, tener un presupuesto de alimentación. Independientemente de que vivas en una economía inestable, es importante que establezcas cantidades de lo que necesitas para estar tranquila.
Quizás te parezca una tarea demasiado exigente, no obstante, te invitamos a ser honesta contigo misma. Saber en qué gastas te ayudará a verificar si ganas lo suficiente para cubrir lo que necesitas. De no ser así, podrás tomar decisiones favorables para tus finanzas.
Darle un propósito a tu dinero
Si tener dinero es igual a gastar sin límites para ti, considera otras opciones. Dirige tus compras, deudas y obligaciones hacia aspectos que te proporcionen un bienestar general. Incluye disfrutar conscientemente. No tiene sentido que te mates trabajando largas jornadas sólo para pagar cuentas.
Tampoco que tus ingresos terminen en objetos que no usas o de los que te aburres rápidamente. Piensa en ti verdaderamente, no desde el merecimiento sino de lo que deseas construir con tus recursos. Para ello, necesitas aprender a distinguir entre lo que deseas y lo que otros te imponen lograr.
Descubre tus limitaciones
La abundancia no es ausencia de límites financieros. Es reconocer hasta dónde puedes llegar y vivir para disfrutar. La añoranza por tener más dinero sólo para gastar no te hace bien. Incluso quienes obtienen grandes cantidades de dinero en sus ingresos necesitan orden para manejar sus finanzas. Así que, tú no eres la excepción.
Determina hasta cuánto puedes gastar, cuáles son tus patrones de compra y a qué llamas necesidad. También verifica si tu estilo de vida está alineado con la cantidad de tus ingresos. Cuando algo parezca fuera de lugar o contradictorio ten la disposición de ajustarte financieramente hablando.
Ahora tienes opciones que te pueden ayudar a establecer una cifra con la que puedas decir: esto es suficiente. Te corresponde a ti elegir el viaje de exploración y preparación para lo que quieres. No dejes en manos ajenas lo que sólo tú puedes definir.
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