No todo gira alrededor del uso que le das a tu dinero. De hecho, la palabra finanzas significa intercambio de recursos. Estos pueden ser tangibles y no tangibles. Así que te invitamos a que te preguntes cuáles son las fortalezas que te ayudan con tus finanzas, desde el reconocimiento de tu capital.
Quitar el punto focal al dinero es difícil, sobre todo por la capacidad de resolver problemas que le damos. El papel moneda es un objeto que tiene un valor de intercambio social. No obstante, las disposiciones de adquisición, comercialización o inversión están en tus manos. Esto quiere decir que tus decisiones financieras no dependen de la cantidad de dinero sino del propósito e interés en lo que deseas lograr.
Mencionado esto, cuando no tienes dinero, ¿Te consideras una persona sin recursos? Socialmente se define la pobreza como la dificultad para cubrir las necesidades básicas. Sin embargo, hay ocasiones en donde cubrimos todos nuestros compromisos que garantizan alimento, salud, refugio y transporte, y, aun así, la cuenta bancaria queda en cero. ¿Cómo puedes conciliar tal paradoja?
Es importante que reconozcas tu capital no monetario. Esto significa saber con qué cuentas para enfrentarte a la vida. Incluye conocer cuáles son tus habilidades, conocimientos técnicos, materiales o herramientas que te permitan hacer algún tipo de intercambio con el mundo. Ya sea para obtener dinero o no. Basta con que te resulte útil para construir una vida que aprecies. Para ello, compartimos lo que nos parecen tres fortalezas que te ayudan con tus finanzas.
Capacidad para reflexionar
La reflexión es un proceso cognitivo, aunque se le atribuye a un estado de elevación espiritual. Tiene que ver con la racionalidad y no con lo místico. Reflexionar significa que eres capaz de identificar tus recursos y usarlos para construir lo que necesitas. Esto requiere que te detengas a observar, comparar, relacionar para tomar decisiones que construyan la vida que elijas.
Sin reflexión, las decisiones serán impulsivas y esto puede tener un alto costo en todos los sentidos. No vas a saber qué aceptar o qué dejar ir. Mucho menos conocerás los límites de tu tranquilidad. Así que el manejo de tu capital necesita una mente que pueda usar lo que sabe, lo que percibe y lo que necesita para salir adelante.
Autoconocimiento
Necesitas saber hasta donde puedes y quieres llegar. Que estás dispuesta a aprender y a desaprender. Cuánto esperas invertir en ti según el área de tu interés. Aunque explorar tu interior no trae como consecuencia natural más recursos, si te será útil para administrar lo que ya tienes.
Eres la capitana de tu vida, por lo tanto, necesitas saber a dónde ir. Y eso sólo lo puedes definir tú. Conocerte a ti misma te permitirá poner orden, claridad y darles sentido a tus decisiones.
Establece metas financieras
Adquirir una casa, viajar por el mundo, emprender, cambiar de empleo, elegir un nuevo oficio o profesión pueden considerarse como metas financieras. Determina cuanta dedicación, tiempo, aprendizaje y práctica requieres para lograr lo que deseas.
Todo aquello que incluya una interacción con los demás, invertir recursos materiales o psicológicos y que te dirijan a un resultado específico, es un tema financiero. Considerar este punto de vista te ayudará a trabajar por tus intereses y no por estereotipos sociales.
No necesitas nada más que la disposición de expandir tu manera de pensar. Eres un ser humano extraordinario tal y como eres. Ocúpate en usar lo que ya sabes, haces y tienes para una vida que disfrutas. Recuerda, que la mayor riqueza está dentro de ti.
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