Se puede decir que en un contexto financiero la autorregulación emocional es la capacidad de no reaccionar desmedidamente ante cada estímulo de compra. A donde quiera que mires hay una publicidad de algo que promete ser lo que necesitas en tu vida. Desde artículos del hogar, hasta cursos de crecimiento personal. Pero, ¿Sabes cuándo es mejor aceptar o rechazar una oferta?
La mayoría de las personas piensa que manejar sus finanzas se centra en definir sus ingresos. Esto, porque formas de gastar hay un montón. No obstante, tener una relación y un manejo saludable de tu dinero es un tema complejo. Ya que involucra trabajar temas internos como las creencias, los criterios de decisión y la gestión emocional.
Son pocas las personas adultas que han tenido una formación satisfactoria en estos temas. La mayoría no está preparada para hacerle frente a la vida. Cosas como tomar decisiones laborales, relacionales y familiares, son todo un desafío debido a la falta de entendimiento emocional.
Así que, una persona que no sabe cómo autorregularse emocionalmente, es un barco a la deriva. Ya que escogerá y rechazará opciones sin saber para qué lo hace. O peor aún, sin tener idea en cómo va a afectar su vida las decisiones que toma. No te angusties si nunca antes te habías planteado educar tus emociones. Ahora, te sugerimos algunas estrategias que pueden ayudarte ante una situación financiera en la que tengas que elegir una opción.
Centra tu atención
Cuando quieras comprar algo que te encanta, define para qué lo quieres, no por qué lo quieres. Hacerte esta pregunta en medio de la compulsión emocional te hará poner los pies en la tierra. Te garantizamos que te va a tomar tiempo pensar analíticamente para llegar a una respuesta. Esto se debe a que cuando buscamos un para qué, hay que pensar en términos de utilidad, beneficios y satisfacción a través del tiempo. Por lo que sales de la respuesta inmediata que sueles dar.
Evaluación cognitiva de la situación
Este es un ejercicio de expectativa versus realidad. Imagina que haces la compra de un vestido por una página web, porque la foto te enamoró. No obstante, cuando llega a tus manos nada parece concordar. Asumes que fue una publicidad engañosa, pero puede no ser así.
Necesitas aceptar que tomaste una decisión basándote en una apreciación visual y no tomaste en cuenta tu cuerpo, tus necesidades y lo que te favorece. A la modelo de la foto le quedaba perfecto. Posiblemente por ser hecho a su medida. Así que tus expectativas quedan rotas porque lo que querías no te funcionó. ¿Esta historia te resulta conocida?
Hazte responsable de elegir en base a lo que le funciona a alguien más. Es duro darse cuenta de algo así. No obstante, es el primer paso para desaprender comportamientos que te perjudican. Incluye, además, la disposición de aprender nuevas y mejores formas de tomar decisiones.
Saber decir que no
Por último, aunque no menos importante en la autorregulación emocional, es saber decir que no. Ya sea un no quiero, no me conviene, necesito tiempo, mejor lo pienso o cualquier expresión que ponga en espera tu decisión. No para reprimir tus deseos, sino para que te permitas analizar mejor a dónde te llevaría si accedes a lo que te piden u ofrecen.
Las emociones definen también tu mundo financiero. No dejes en la sombra un aspecto de tu vida relevante. Ocúpate para que puedas disfrutar de la vida que tienes, sea poco o sea mucho.
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