La mayoría de las personas se sienten incómodas al escuchar la palabra límite. Se evita hablar del tema porque hacerlo es un llamamiento a la escasez. No obstante, reconocer hasta dónde estás dispuesta a llegar aporta grandes beneficios. Así que, en esta oportunidad conocerás tres ventajas de establecer límites.
La idea de que somos seres ilimitados es inspiradora, aunque no factible para todos. Pensar que puedes lograr lo que sea, en ocasiones se convierte en una fuente de frustración por no poder alcanzar tus propias expectativas.
Por esto nos encanta promover la riqueza consciente. Preferimos que trabajes en ti misma aquello que te ayudará a alcanzar lo que quieres, en vez de esperar eventos mágicos o extraordinarios para que tu vida cambie. Para ello, te mostramos tres ventajas de establecer límites.
Defines específicamente lo que deseas
No es tan sencillo saber lo que quieres. Sobre todo, en un mundo lleno de estímulos y que todos son vendidos como lo necesario o lo que te cambiará la vida para bien. También por la influencia de tu entorno. Cuando todos luchan por imponer las ideas correctas, ¿Cómo defines lo que es mejor para ti? Es una tarea compleja.
Precisar lo que deseas implica que definas algo en específico, como viajar a Bali dentro de un año. Necesitas tener parte de los recursos, o que alcanzarlos sea razonablemente accesible en ese período de tiempo. Es decir, que no dependa de opciones extraordinarias. Determina qué tan relevante es para ti la experiencia. Preferiblemente considera cuáles necesidades físicas, sociales y emocionales vas a satisfacer al conseguir lo que te propones.
Una vez que vivas la experiencia, ¿El recuerdo será tan satisfactorio como estar ahí? Si el regreso a la realidad te trae decepción, obligaciones irritantes o el impedimento de alcanzar otra meta, no puede ser un buen recuerdo. Busca aquello que te impulse, antes, durante y después que hayas logrado lo que querías.
Alcanzas resultados concretos
Cuando conoces tus límites, te concentras más en lo accesible. Esto quiere decir, que cada paso que te acerque a tu interés lo podrás apreciar plenamente. Incluso cuando se trata de eventos imperceptibles para los demás. Esto es maravilloso porque permite que alcances el disfrute durante el proceso y que no dependa de la meta final.
Y en caso de que no logres lo que querías, no será un fracaso para ti. Cuando valoras cada resultado específico existirá la satisfacción de haber hecho lo que querías hacer. Por lo tanto, nunca pierdes.
Pones los pies sobre la tierra
Hay quienes promueven que la vida de tus sueños la alcanzas cuando cambies lo que te disgusta. Pero, ¿Qué pasa cuando no te gusta nada de tu vida? Pretender que todo va a marchar según un plan ideal es una expectativa irracional. No todo se puede cambiar. Es más fácil reconciliarnos con lo que es, que construir algo nuevo en cada área. Habrá cambios, de seguro. Pero no puedes hacerlos todos a la vez, ni tampoco reiniciar en todo.
Aceptarte tal como eres y reconocer qué cosas no puedes modificar, ayuda a tu salud mental. No estés dispuesta a gastar recursos, energía y tiempo en lo que sea. Cuida tus procesos, ya que tu bienestar depende de eso.
Deja de perseguir estereotipos sociales que no te incluyen a ti, en términos de necesidades, recursos o socialización. Concéntrate mejor en los ajustes que te hagan la vida más fácil. La riqueza no es tener mucho, sino construir una vida que sepas disfrutar. Eso lo puedes lograr.
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