Tener una vida próspera depende más de cómo administres tus recursos que de la cantidad que puedas tener. Sin embargo, es usual que las personas usen la capacidad de compra como una compensación emocional. Por lo que, con frecuencia se observa a quienes usan su dinero para obtener placer y sensación de poder.
Por esta razón la mayoría de las personas disfruta y se siente satisfecha yendo de compras. No obstante, el estímulo que suele estar detrás del consumo sin propósito es la búsqueda de una satisfacción no material. Algunos tienden a manejar las molestias, la frustración e incomodidad a través de lo que puede adquirir.
La compra de productos y servicios es un mandato social que define el estatus y calidad de vida de las personas. Existe la creencia de que cuantas más cosas puedas obtener mejor es tu vida. Sin embargo, en la práctica esta idea no tiene respaldo. Hay personas que compran mucho y son infelices y hay quienes gastan lo mínimo necesario y viven plenamente.
Cada perspectiva es válida y sólo deja de ser adecuada si te afecta negativamente. Esto en términos de adquirir deudas o compromisos innecesarios que diluyen tus recursos. O también cuando gastar no contribuye a tu realización personal. Si te descubres siendo esa persona que gasta sin pensar y que luego lamenta sus decisiones, te proponemos tres maneras de obtener compensación emocional sin usar tu dinero.
Haz espacio en tu rutina para hacer lo que te gusta
La idea de que ser una persona productiva es la que todo el tiempo está haciendo dinero, ya no aplica. El bienestar es integral, no sólo material. Más allá de las obligaciones, metas y el cumplimiento con tu trabajo, necesitas ocuparte del disfrute. Las pequeñas cosas que te encantan como leer un libro, tomar un café con amigas, ver series con tu temática favorita, influyen positivamente en tu estado emocional. No importa de qué se trata, aunque es esencial que lo reconozcas como una actividad placentera.
Celebra los eventos de tu vida
Aprecia tus logros, un cumpleaños o acontecimientos como tener compañía, poder expresar tus emociones y mucho más. Aunque el concepto de festejar se asocia a comer, beber y estar junto a muchas personas, no tiene que ser así. También puede ser compartir con alguien o sentirte agradecida por algo específico. Deja de decirte esto es lo mínimo que debería alcanzar o cualquier otra frase de descalificación por lo que haces o tienes. Celebra tu vida, aunque lo que ocurra sea importante sólo para ti.
Aprende algo nuevo
La sensación de bienestar se puede incrementar a través del entusiasmo que se siente al iniciar algo nuevo que es de tu interés. Tener la disposición de aprender, conectar con un grupo distinto de personas, enriquecer tus conocimientos fortalecen tu ser. Aun cuando hayas alcanzado la maestría en algunas destrezas, permítete explorar lo desconocido. Es una manera de mantener activo tu interés, curiosidad y plasticidad cerebral. Además de ser una buena oportunidad de encontrar nuevas razones para vivir.
El dinero compra comodidad no satisfacción emocional. Cuando logres distinguir la diferencia entre estos puntos de vista aprenderás a deleitarte de tu mundo material sin depender de ello. La riqueza no es un estado financiero, más bien es un estilo de vida que puedas disfrutar.
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