Hoy volteo la mira hacia el pasado, tan solo tres años atrás. Con absoluta certeza puedo decirles que nada era suficiente para mí, muy pocas cosas satisfacían mis deseos.
Por fortuna, he tenido la dicha de conectarme con personas a quienes he admirado y por tanto he seguido. Han sido mi patrón y mi modelo, lo cual me ha permitido hurgar en lo más recóndito de mí ser.
Me di cuenta que estuve por muchos años aferrada a las cosas materiales. Con la bendición que ahora soy mucho más consciente de eso y mi sentir es distinto.
En ese afán equivocado de querer «ser alguien» siempre quería más y por tanto lo que obtenía no me era suficiente.
Pero descubrí también, que esa necesidad de querer tener más, no era otra cosa que la mayor manifestación de inseguridad y miedo impregnado en mí.
Por muchos años busqué mi propia seguridad y bienestar afuera. En mi entorno, en los otros, a través de las cosas, y es por esa razón que nunca me sentía satisfecha y plena.
He podido comprender que mis enfoques estaban enmarcados en la carencia y en la necesidad, y la condición de ser feliz estaba determinada por ellos, mis perspectivas de abundancia giraban en torno a la escasez.
Queriendo ser alguien, cada día me alejaba de mi esencia, de mi verdadero ser.
Agradezco el poder haber comprendido que siempre he sido yo, cubierta por un antifaz de creencias limitantes.
Pero ya me he descubierto y comprendido que es suficiente con todo el poder que hay dentro de mí. Dios así me lo ha dado y eso se llama tener fe.
A partir de ahora cada detalle de mi vida, sentir profundo y emoción vivida, son parte de la cotidianidad. Ahora con mi fe fortalecida, con la convicción y mis creencias en Dios ya mucho me es suficiente.
Sé lo que hay dentro de mí, aprendo cada día a convivir con el ego pues forma parte del todo. Pero cultivo además la capacidad de ver lo grande en lo simple, lo valioso en lo sencillo y el amor en todas partes.
En la medida que percibo el potencial que llevo dentro, así mismo crece mi confianza. Por lo tanto soy capaz de ver la oportunidad que me brinda el entorno. Puedo superar miedos, vencer barreras convencida que todo lo material que obtengo es una consecuencia de lo suficiente que me crea.
Cuando sientas que nada es suficiente para ti, busca muy dentro en tu interior. Descubre que miedos e inseguridades te cobijan, siéntelos y acéptalos.
Ya después quita todo ese enjambre y se manifestará muy pronto tu gran potencial, así ya todo será suficiente.
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