Es curioso cómo nos pasamos toda la vida trabajando, esforzándonos y sacrificando nuestro tiempo de ocio. También nuestros sueños, nuestra salud y nuestro bienestar por tener una seguridad económica.
Y mira que lo decimos: «El dinero no es lo más importante». Sin embargo la falta de dinero, la incertidumbre o los problemas económicos nos quitan totalmente el sueño y nos llenan de ansiedad.
Entonces fíjate que el dinero sí es importante. Pero déjame decirte que la solución para recuperar tu bienestar y tu felicidad no está en tener más dinero, aunque pienses lo contrario.
¡¡¿Cómoooo?!!
Así es, tenemos la falsa creencia de que cuando ganemos más dinero, eso nos dará felicidad y tranquilidad. Por esto nuestro sueño más deseado es tener abundancia económica.
Pero resulta que eso es un ESPEJISMO.
Eso es como el burro que va tras la zanahoria que cuelga de su cabeza pero nunca la alcanza. Igual de engañados vivimos nosotros persiguiendo una abundancia externa que nunca llega.
Y es que si con poco dinero tienes miedo de no llegar a final de mes, con mucho dinero tendrás miedo a perderlo. Podrías también tener miedo a que te secuestren. O temer que te despidan o que tu negocio fracase.
El punto está en que tu bienestar varía en función de algo externo que no depende de ti. Bien sabes en la vida no hay nada seguro, todo es un cambio continuo. Por eso vivimos continuamente con el corazón en un puño, independientemente del dinero que tengamos.
Por lo tanto, lo que yo te propongo es que cambies el deseo de seguridad por la confianza.
Confía en que siempre tendrás lo que necesitas y para eso te recomiendo que dejes de desear la abundancia económica. Busca en cambio la abundancia que hay en tu interior, porque al fin y al cabo lo que vives afuera es un reflejo de tu interior.
Si estás viviendo escasez en tu vida, te cuesta llegar a final de mes, tienes deudas pendientes de pago o no estás generando ingresos… eso no es más que un reflejo de tu escasez mental. Tal vez no confías en tu capacidad de salir adelante, no te crees merecedor, no valoras lo que eres o lo que haces, etc.
En cambio, cuando descubres tu abundancia interior, experimentas bienestar, felicidad y tranquilidad independientemente del dinero que tengas.
¿Cómo puedo entonces conectar con mi abundancia interior?
- En primer lugar, párate un momento y reflexiona sobre cómo fuiste concebido, cómo tu cuerpo nació de una célula, creció y al día de hoy sigue funcionando a la perfección sin que ninguna mano humana lo dirija. ¿Acaso eso no es abundancia?
- En segundo lugar, descubre cuáles son tus dones y talentos y ponlos en práctica, eso te permitirá sentirte valioso/a. Porque tu abundancia no tiene nada que ver con el dinero que tienes, sino con tu capacidad para generar riqueza poniendo tus dones y talentos al servicio del mundo.
- Por último, fluye, suelta y confía en la vida, porque todo lo que te sucede es para tu bien. Aunque ahora no lo entiendas o estés viviendo algo que te genera sufrimiento, a la larga verás el beneficio.
Por lo tanto, si quieres ser abundante, no dejes tu felicidad en manos de nada ni de nadie.
Cambia el victimismo del «no tengo» por la responsabilidad del «cómo yo lo puedo conseguir».
Y sobre todo reconoce tu mayor poder: la LIBERTAD de poder ELEGIR, siempre y en todo momento, cómo interpretas lo que vives, para sufrir y sobrevivir o para VIVIR en plenitud.