Hay una diferencia abismal entre hacer millones ayudando a la gente y ayudar a la gente ofreciendo cosas que me permitan vivir con tranquilidad. ¿Dónde está la diferencia? En la intención que mueve la energía y eso es algo que no se dice pero que se siente a kilómetros de distancia.
Servir es uno de los sistemas más rentables del mundo. No por las razones limitadas que la mayoría de la gente puede percibir desde lo superficial.
Más bien porque es lo único que está alimentado de forma real y auténtica con el deseo de mejorar la vida del prójimo. Es un dar porque quiero y abrirme a recibir como consecuencia natural de esa relación.
La riqueza consciente está muy asociado con la abundancia y los talentos. Esto es porque se trata de ver lo que está ahí, que es obvio, se siente bien y se da sin esfuerzo ni sacrificio.
Para ello es necesario realmente hurgar muy internamente quien eres y cómo la vida te ha guiado poco a poco a ponerte en servicio desde tu autenticidad. Cuando no hay bloqueos internos, todo se libera con gracia, alegría y amor.
Este segundo proceso, el de soltar o liberar, se genera a partir de la energía de la confianza y el valor personal. Te permite dar a manos llenas.
Es atreverte desde la fe a ofrecerte al mundo. A entregar ese regalo que sólo proviene de ti, que es irrepetible incluso si quisieras clonarlo.
Sólo sabes que estás liberando lo propio cuando el beneficio se obtiene por el solo deseo de darlo. Y pareciera que mientras más das, más tienes para seguir dando.
Esa fuente inagotable comienza desde lo espiritual, pasando por lo emocional y finalmente alineándose la parte mental. Te lleva a materializar desde la paz.
Y aquello que das en paz, es naturalmente expansivo. No necesitas descanso porque se te pasan las horas en un nivel de flujo idílico con eso que tanto amas hacer.
Las personas saben con claridad quien trabaja desde la paz. Cuando lo identifican en ti, es natural que quieran disfrutar de esa energía.
Se te va sumando gente que vibra igual que tú, que cree en lo que tú crees y crea junto contigo. Ese es el camino que no evade la disciplina, sino que la ejerce feliz día tras día.
Es así como se llega a una vida de plenitud, propósito y prosperidad ilimitada. Eso es lo que enseñamos en nuestro Máster en ArmoníaF y dura 24 semanas.
En ArmoníaF somos realmente minuciosos eligiendo a nuestros estudiantes y a las personas con las que queremos trabajar. El motivo es porque nuestros estudiantes son personas realmente conectadas con su alma.
Que sólo necesitan hacer un click para poner en funcionamiento todo lo que ya son y lo que tienen para ofrecer al mundo. No hay nada que fabricar, historias que inventar ni técnicas que aplicar.
Tampoco manipulamos la necesidad de las personas ofreciéndoles oportunidades materialistas. Dejamos siempre la puerta abierta para que quien no encuentre lo que busca, se vaya en paz, con su dinero en mano. No es para todos, sino para quienes realmente están listos para sacarle provecho.
Si tú estás buscando redefinir tu relación con el mundo material donde el dinero es fruto del sacrificio para convertirlo en la bendición de tus talentos, entonces este master tiene mucho para darte. Tenemos historias asombrosas en más de 7 países y 2 continentes. Diferentes estratos sociales y situaciones económicas.
Si te interesa, solo tienes que escribirnos a tecuidamos@armoniaf.com y pedir tu cita. Recuerda que siempre la última palabra es tuya.