Hemos llegado al cierre del año. Y los cierres para mí significan reflexión, balance, desapego. Pero por sobre todas las cosas también significan “agradecimiento”.
Es imposible dejar de reconocer que todas las experiencias vividas nos llevan siempre a reconocernos en lo infinitamente afortunados que somos. Privilegiados de la vida al poder constatar que hemos sido elegidos para ser testigos de la evolución de la humanidad. Y ustedes dirán ¿Evolución? Sí, evolución porque digan lo que digan hoy más que antes la humanidad está siendo llevada a una mayor conexión con el amor.
El agradecimiento conlleva amor
Justamente porque los procesos contrarios al amor aparecen constantemente para probarnos y hacernos conscientes. El final de un ciclo nos lleva inevitablemente al momento de reflexión de nuestros logros. También del cumplimiento de metas. Nos hace revisar nuestras relaciones.
Además, nos permite fijar un nuevo rumbo para lo que viene. Pero nada de eso podrá tener significado si no nos invade un estado de “bienestar pleno” absoluto.
Un estado de “agradecimiento” a través del cual comprendamos que todo lo ocurrido a través de este año, ha sido el mayor regalo de aprendizaje posible. Que nuestro balance sea siempre para correspondernos con el hecho de que vivimos en un camino de dos vías. Lleno de contrastes e infinitas posibilidades y ello nos haga trascender nuestras limitaciones. Solo están allí para comprendernos y comprender a otros.
La gratitud es un estado de bienestar donde reside el amor. Es un poema que recitamos todos los días al despertar y ver despuntar el sol que nos muestra el brillo de la vida. La nueva oportunidad de experimentar algo extraordinario.
Agradecer es ese momento de recogimiento en el que nos vamos a descansar y a encontrarnos con Dios. De aquí en adelante en este texto compartiré mi estado de gratitud. Diciéndoles que estoy muy feliz de haber llegado hasta aquí y haber compartido este año con ustedes. Gracias por leerme, por su atención, por seguirme. Me emociona lo que viene.
Mi agradecimiento es para con:
- ARMONIA F por ser un proyecto hecho con amor y materializado.
- Joselyn Quintero por ser mi mentora y alguien a quien honro y celebro en mi vida y quien me ha invitado a compartir su éxito.
- Myriam Morgado por ser amiga y sobretodo una excelente coordinadora en nuestra revista ARMONÍAF y cada una de las personas del equipo de ARMONÍAF y las amigas que he hecho: Myriam, Lourdes, Esperanza, Reina, Bea, Mayira.
- Todas y cada una de las colaboradoras.
- La posibilidad de escribir y proyectarme.
- Esperanza Sanchéz por confiar en mi e incluirme en su programa de Coaching.
- Mi familia. Mi Padre y Madre, mis hermanas y hermano. Mis sobrinos, les amo.
- Mis “casi hijas” un regalo que atraje a mi vida. Cinco mujeres maravillosas y mis “casi nietos” jajaja.
- El Círculo de Realización Personal (CRP) y Francisco Giménez.
- Mis Practicantes CRP y mis alumnos de numerología.
- Los clientes nacionales e internacionales a los que sirvo.
- Toda la gente que me apoya constantemente para hacer lo que me gusta.
- Belkis Albertt, por ser una columna vertebral en nuestro programa #vibrandoando.
- Por el lugar donde vivo. Soy privilegiada.
- Todos y cada uno de los eventos que he vivido este año.
- Contigo Jaime sé que vamos a lograr muchas cosas juntos-
- Mis amigos virtuales. Cada día conociéndoles y apreciándoles más.
- Mi salud y la abundancia en mi vida.
- La Visión, Pasión y Conexión con la que ahora vivo FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO. Que sea la GRATITUD la que invada nuestros corazones para amar incondicionalmente. Las puertas de mi corazón abiertas de par, en par para ustedes. Un mega abrazo.