“El caos crea la vida, el orden crea lo habitual”. Esta frase escrita por Henry Adams abre mis sentidos y la percepción de que es necesario el caos para tener el orden.
Hace un año aproximadamente escribí sobre un episodio de mi vida en la cual estaba inmersa en un caos. Sentí que todo acababa y luego sobrevino una gran calma.
Orden es quietud, perfección, es estar alineados a las expectativas. También es comodidad con respecto a lo que te sucede. Sin embargo, como un rompecabezas, se requiere de reorganización y ajustes para llegar a ese estado.
Hoy nuevamente mi vida se debate entre el caos y la incertidumbre de qué vendrá ahora. Qué es entonces el caos. Luego de mi experiencia el caos significa una manifestación de energía. Es la mayor manifestación de energía en movimiento. Donde los pensamientos ante una situación particular florecen a montón. Se genera la mayor confusión y sientes que la vida se paraliza.
¿Es acaso esto muy malo?
En mi percepción de hoy día, no. Más bien se hace necesario. Y siguiendo con mi ejemplo del rompecabezas se genera una situación en la que es necesario priorizar.
Lo primero es establecer la nueva necesidad interior, con la dinámica propia de la vida. Las necesidades cambian en la medida que sean satisfechas, y es por eso que se genera el caos.
Luego reconocer lo que se tiene a disposición, con lo que se cuenta. Dentro de mi rompecabezas buscar una imagen guía o un marco principal. O una serie de piezas que contienen un ángulo recto.
Es importante tener la convicción de que la situación actual es necesaria y útil para satisfacer la necesidad sentida. Todo lo que ocurre en medio del caos es inexcusable. Se requiere mirar las piezas del rompecabezas como elementos necesarios del marco de referencia. Todas son importantes y lo que sucede es perfecto para generar el cambio.
El oponer resistencia a la circunstancia presente desfavorece el proceso de aceptación. Por lo tanto, es preciso reconocer lo que ocurre como un proceso que te llevará a una mejor situación.
Podrás entonces ver las piezas del rompecabezas ajustándose una con la otra y todo va cobrando sentido, hasta que logras ver la obra terminada. Y en ese momento, aparece el orden que tu necesidad solicitaba para ser satisfecha. Y como dice la frase de Adams, todo entra en lo habitual.
Mi gran reflexión es que en medio del caos, debe prevalecer la calma, la sapiencia, la capacidad de ver las oportunidades y la fe absoluta que lo que te ocurre es para tu bienestar. Para entrar en orden y experimentar las nuevas experiencias que me llevaran a nuevos episodios de caos.