¿Te has preguntado alguna vez qué es la energía?
Si lo has hecho tal vez te pase como a mí, que no sé describirla, pero sí sé que existe. Es algo que no puedes ver ni tocar, pero sí puedes sentir. Además, es algo que sabes identificar perfectamente cuando te falta sin tener que consultar al médico. Y sin haber estudiado en la universidad.
Sin embargo, hay un punto importante y es la diferencia que hay entre saber qué te falta y saber cómo recuperarla.
En la vida hay momentos en los que podemos sentir que nuestra energía está estancada o baja. Aunque queremos salir de ahí, no sabemos cómo.
Si este es uno de tus retos o dificultades en tu vida, te invito a que te plantees la siguiente pregunta:
Si mi energía está estancada… ¿En qué estoy yo estancado?
Y la respuesta puede ser a nivel físico, mental o emocional.
-A Nivel Físico: ¿cómo cuidas tu cuerpo? ¿lo explotas o le dejas que descanse? ¿Te estresas o te mueves haciendo deporte?, ¿lo intoxicas o lo nutres con buenos hábitos y alimentos?
Todo lo que hagas con tu cuerpo afecta directamente a tu energía. Recuerda que tu cuerpo es el vehículo que te acompañará hasta el último día, si no lo cuidas, ¿dónde vivirás?
-A Nivel Mental: ¿hay alguna experiencia dolorosa o incómoda que revives mentalmente una y otra vez? ¿Vives angustiado o preocupado por alguna decisión que debes tomar?
Recuerda que si te quedas anclado en el pasado o te adelantas al futuro con preocupación o miedo, tu energía responderá automáticamente.
-A Nivel Emocional: ¿expresas lo que sientes y piensas? ¿Dices No cuando quieres decir No? ¿O eres de las personas que aguantan y tragan aunque algo no les guste para evitar el conflicto?
Probablemente, ahora que sabes cómo recuperar tu energía, te des cuenta de que muchas cosas ya las sabías. Entonces la pregunta que debes hacerte es:
¿Por qué no lo aplico?
Por experiencia propia y lo que he visto en mis clientes y alumnos. La explicación es la falta de tiempo y atención para uno mismo.
Si te resuena, entonces te pregunto nuevamente:
¿Crees que una vela puede alumbrar si no está encendida?
Imposible, ¿verdad?
Es obvio que ella necesita cargarse de energía para después compartir lo que tiene con los demás.
Lo más hermoso es que nadie piensa «¡qué egoísta es la vela!, siempre ella en primer lugar».
Sin embargo, pareciera que los seres humanos funcionamos al revés. Siempre buscamos el amor y la atención de otros para brillar. Esto se da cuando no somos capaces de decir NO. Cuando priorizamos las tareas y deseos de otros antes que las nuestras. Al llenarnos de responsabilidades y compromisos, etc.
Pero si te fijas, aunque tu intención es buena, estas actividades no te suman. Sino que te restan energía, te agotan y te consumen.
A veces incluso buscamos cargarnos de energía acercándonos a quienes más brillan. Decimos «rodéate de gente positiva, inspiradora, con buena energía».
Y sí eso te ayudará, pero en cuanto te alejes de ellos volverás a la oscuridad.
¿Qué tal entonces si empiezas el día encendiendo tu vela para no depender de la energía de nadie? Y que además, cuando te acerques a otros con luz propia puedas sumar en vez de consumir.
Y ahora, para terminar y aprovechar la energía que invertiste en leer este artículo, pregúntate…
¿Qué puedo hacer yo HOY para encender mi luz y recuperar o mantener mi energía?