En el mundo del emprendimiento y empresarial, desde hace un tiempo se viene hablando de marca como el elemento más importante de un proyecto. En esta oportunidad vamos a profundizar en los mitos alrededor de una marca. Y en qué hace a una marca estar al nivel de la excelencia. Pero antes, vamos a desmontar lo que no es parte de una marca. Para luego instalar tres elementos reales.
3 Pilares irreales de una marca
El primer pilar irreal es asociar la marca con logo. Un logo es un elemento de la marca, pero no es la marca en sí misma. El logo es un elemento distintivo a nivel de relaciones públicas. Pero no a nivel de esencia de marca. Si hoy estás rompiéndote la cabeza buscando el logo perfecto creyendo que estás construyendo una marca, es hora de elegir lo más sencillo posible y avanzar.
El segundo pilar irreal es asociar la marca con el precio. Esto lo aprendimos viendo las marcas de lujo. Al punto de pensar que solo tendremos una marca si vendemos caro. Error. Conozco varios emprendedores que presentan unos precios exorbitantes sin un aval de valor que lo sostenga. Si tu mentor de negocios te dice que debes cobrar precios exorbitantes para hacerte un espacio de marca en tu entorno, lamento decirte que estás llevando tu negocio a la muerte.
El tercer pilar irreal es asociar la marca con una figura pública. Durante muchos años esto ha sido el modus operandi de muchas empresas. Utilizando el sesgo cognitivo de efecto halo para establecerse en el mercado a través de los valores de una persona popular. A mi juicio, es un movimiento peligroso. Pues la reputación de una marca está a merced del comportamiento de esta celebridad.
Lo que sostiene una marca a largo plazo
Si nada de lo anterior es una marca, entonces ¿Qué realmente sostiene una marca?
Lo sostiene aquello que le permita ser duradero a través del tiempo. Una marca es una esencia, es el alma del negocio. Más allá de un logo, de un precio o de una celebridad. Es lo que queda cuando todo lo anterior ya se ha ido. Vamos a ver entonces tres pilares que sí le dan estabilidad y proyección a una marca.
Propósito
El primer pilar de la marca excelente es su propósito. Hasta el siglo pasado, el único propósito de una empresa estaba en hacer ricos a los dueños, seguros a los empleados y dependientes a los clientes. Esto ya cambió. Una empresa que tiene claro que su propósito está como ente de bienestar social y aporte económico a su entorno, es una marca irresistible para sus clientes. Estamos pasando de un mercado que compra por conveniencia, para ser un mercado que compra por convicción.
Valores
El segundo pilar de una marca excelente son los valores. Al existir un mercado que elige por convicción, el elemento humano tiene un peso importante. Muy pocas empresas tienen claridad de cuáles son sus valores. Esto no les permite saber con certeza a quién sirven. Una marca es una simbología de valores que conecta con humanos desde las capas más profundas de su estructura neuronal.
Sentimiento
El tercer pilar de una marca excelente es su sentimiento. La razón por la cual Coca Cola aún sigue teniendo una presencia tan fuerte en la sociedad, es porque ellos manejan el sentimiento de la marca con maestría. La forma como una marca expresa su sentimiento es a través de su paleta de colores. Es muy común que los emprendedores, al desconocer estos tres pilares, le pidan a sus diseñadores que les creen un logo “bueno, bonito y barato” que contenga sus colores favoritos. Aún hay quien utiliza su negocio como un pedestal de egolatría. Olvidando el ingrediente secreto de una marca de excelencia: el cliente.
Enfoque al cliente
Ya para cerrar, el último pilar de una marca excelente es su enfoque al cliente. La vieja escuela de negocios creaba productos buscando a quién vendérselos. Pero en esta nueva era el proceso es tener una comunidad a la cual resolverle problemas a través de productos.
Hoy más que nunca, la relación entre un cliente y una marca es posible. Sin embargo, aún muchos emprendedores y empresarios siguen utilizando viejas recetas de visibilidad y exposición que no solo les hace perder clientes valiosos, sino derrochar dinero en campañas publicitarias que no generan ninguna rentabilidad.
Ya sea que eres artesano, artista o profesional corporativo, es importante que antes de llamar a un diseñador para que te haga un “logo bonito”, analices si tienes una marca de excelencia.
Ya sea riesgo, sorpresa o volatilidad, algo muy importante que debes saber es que, aunque la neurociencia aún no ha descubierto la “fórmula perfecta” para gestionarnos ante la incertidumbre, nada te será de mayor utilidad que mantener la calma para decidir con claridad. Espero que esta guía sea de valor, y cada vez que sientas miedo, te preguntes cómo puedes transformar ese miedo en algo más útil para tu vida.