Cuando se habla de necesidades, la mente tiende a pensar en dinero. Para comer, pagar las cuentas o comprar lo que quieres. No obstante, existen necesidades internas que determinan nuestra calidad de vida y a las cuales no le prestamos la atención debida.
Entre estas necesidades está la recreación. Al hablar de disfrute vienen imágenes específicas a nuestra mente.
Una playa de aguas cristalinas y blancas arenas. Un viaje alrededor del mundo. Quizás la aventura de tomarte una foto practicando un deporte extremo. En fin, todo muy parecido a la publicidad de alguna aerolínea.
Pero no siempre tenemos los recursos para pagarnos este tipo de diversión. La queremos, sí. La podemos pagar, no. Y eso hay que aceptarlo.
Lamentablemente lo que viene detrás de este planteamiento es el reproche. También la culpa de no tener una mejor vida. Afloran los resentimientos al compararnos con otros que tienen “más suerte”.
Pero esto solo aporta conflicto, tanto externo como interno. Agresiones y rupturas dentro de nuestras relaciones. Celos hacia aquellos que parecen lograr lo que no está a nuestro alcance.
La recreación también puede ser gratis
Parece que disfrutar gratuitamente solo es de personas pobres. Y lo cierto es que lo último que queremos es entrar en esta categoría.
Da terror contarle a alguien lo que haces sin dinero. Pues el estatus social se incrementa según tu poder adquisitivo. Es decir, si gastas más, eres alguien importante. Esto se debe a que debes de tener buenos ingresos para lograrlo.
Sin embargo, la vida es gratis. No necesitas pagar renta para que tu corazón bombee sangre. Ni que tus pulmones se llenen de sangre. Es más, tu cuerpo funciona sin que tú intervengas en ello.
Y eso es gratis.
Ya estar vivo es un regalo aunque sea un cliché. Cada día hay personas que parten de este mundo arrepintiéndose de algo. No esperes hasta el último minuto para apreciarlo.
Recrearte puede ir desde llamar a un amigo hasta crear un evento para conocer los miembros de tu comunidad. O simplemente quedarte mirando el cielo. Hay tantas cosas agradables en el mundo. Es tu elección a qué le pones atención.
Verifica si la recreación es una necesidad satisfecha para ti. Cómo lo logras y con quién la compartes. Nota lo que surja y acepta respetuosamente lo que te muestra. Hasta un próximo encuentro.
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