Toos buscamos nuestro crecimiento. Tener un nuevo empleo, implica tener contacto con compañeros que no conocemos y crear nuevos hábitos en nuestra vida. Esto puede hacer que el proceso de adaptación se vuelva más complejo y que de alguna forma nos sintamos frustrados o perdidos.
Si te has encontrado en este punto, sabes cómo se siente. Pero también sabes que después de laborar cierto tiempo en una nueva compañía todos esos sentimientos de miedo, preocupación y desconocimiento los vamos superando poco a poco. Pero, ¿qué podría hacer que nuestro camino sea más ligero? ¿Qué nos permitiría adaptarnos más rápido? La respuesta es realmente muy sencilla. Es contar con una capacitación integral y una guía, que nos permita conocer qué es lo que tenemos que hacer, quienes son nuestros compañeros y qué es lo que hacen, cuáles son los procesos y las áreas de la compañía.
Desafortunadamente en Latinoamérica todavía estamos un poco lejos de contar con ello. Muchas empresas tienen la idea de que con darle las herramientas necesarias al colaborador (computadora, lugar de trabajo, entre otras), mostrarle las instalaciones y proporcionarle una breve inducción (de un par de horas) es más que suficiente para que la persona pueda realizar su trabajo de forma extraordinaria y si eres de los “privilegiados” puede que tu jefe te apoye (aunque no pasa en la mayoría de los casos).
Es por ello, que mi propuesta para ti es que, tú te conviertas en esa -guía- para cualquier persona que ingrese a tu área o compañía. Ser generoso con tu tiempo y conocimiento, te va a permitir mejorar tu liderazgo. Va a ayudarte a crecer y va a desarrollar en ti una cualidad indispensable que el mercado está buscando actualmente, y es la empatía.
No se trata de hacer las cosas para obtener un beneficio. Se trata de comprender que, si queremos un cambio, este debe empezar por nosotros. Si deseamos que eso pase con nosotros, debemos hacer que pase para otros. El crecimiento es para todos.
Y poco a poco elegir cambiar las creencias: “si a mí me costó que le cueste también”. “Que aprenda a la mala como yo aprendí”. “No tengo tiempo para andar capacitando” y muchas más. Porque estas lo único que hacen es limitar tu propio potencial. Cuando se lo haces a otro sin darte cuenta te lo estás haciendo a ti, sal de este círculo vicioso.
Comparte crecimiento
Si eres el líder de tu área de trabajo, cada vez que ingrese un nuevo colaborador, promueve en tus colaboradores el deseo de que alguien sea su guía. Si no eres el responsable del área, entonces sé la guía para esa persona. Siempre sé generoso y comparte tanto tu conocimiento como tu tiempo, estoy segura de que esa persona siempre va a estar agradecida por todo el apoyo que en su momento le diste y hará con otros lo que tú hiciste por él/ella.
A veces creemos que cuando ayudamos, el único que se está beneficiando con la ayuda es el otro. No nos damos cuenta del gran valor que esa acción está aportando a nuestra vida y del crecimiento personal y laboral que estamos recibiendo por ayudar. Date la oportunidad de vivir esta gran experiencia que te da el ser generoso con tu tiempo y conocimiento.
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