Siempre he contado acerca de la importancia de gestionar nuestra energía personal, ya que esta influye sobre nuestros negocios. Una de estas áreas críticas es la prosperidad. En ArmoníaF definimos prosperidad como la relación con lo que tengo, y cómo esto influye en lo que está por llegar. Hoy hablaremos de cómo los jefes prósperos lideran empleados felices.
Enfoque en Talento y no en Conocimiento
Con la asombrosa democratización de conocimientos en que vivimos hoy día, es realmente imposible que no haya personas preparadas para los puestos de trabajo. Sin ir muy lejos, en nuestro equipo de trabajo tenemos profesionales preparados por nosotros, apalancados sobre sus propios talentos. Hasta el momento, no le hemos pedido perfiles curriculares a ninguno de los que forman parte del ArmoníaF Team.
Contratar por talento es saber que los empleados ya tienen lo que necesitan para destacar en lo que hacen, y que cualquier adicional responde solamente a avances tecnológicos y nuevas herramientas de trabajo. Pero la esencia, esa energía que mueve las cosas, ya viene con el talento.
El Salario Emocional y Refuerzo Positivo
Las personas que renuncian a sus trabajos, no siempre lo hacen porque les paguen mal. En realidad, lo hacen porque tienen malos jefes. Esto pone sobre la mesa la importancia preponderante de lo emocional dentro de la relación laboral, pues cada empleado desea, en lo más profundo de su corazón, ser valioso y competente para la tarea encomendada. A eso se le llama salario emocional.
Por otro lado está la forma como se enfocan los resultados de las tareas. No siempre somos perfectos, ni siempre vamos a hacer todo tan bien como queremos. Sin embargo, cuando nos enfocamos en lo que si funciona, en los aciertos que el equipo ha tenido y en el progreso en la ejecución de las actividades, la consecuencia es ver compromiso y pasión en el equipo de trabajo. Así que los jefes prósperos se interesan en cultivar sus relaciones y fomentar la unión.
Lo personal y lo profesional sí se mezclan
De los mayores errores que ha desarrollado la teoría administrativa de Frederic Taylor, en su libro “Principios de Administración Científica” de 1911, fue la difusión de que el hombre estaba al mismo nivel de los demás recursos de la empresa, y que su rendimiento debía contabilizarse y gestionarse como una máquina más. De ahí sacamos lo humano en los recursos humanos, y empezamos a implementar una forma productiva donde el empleado era una máquina que debía dejar sus problemas en casa. Además de imposible, los estudios de comportamiento humano indican que las personas sienten mayor pertenencia y compromiso en una organización que los hace sentir como “en casa”.
Enfoquémonos en lo que si hay, aprovechemos lo que está disponible, celebremos lo que si se logró, aprendamos de lo que sucedió y seamos agradecidos con quienes nos apoyan. De esto se trata la prosperidad, que es como un polvito mágico que hace florecer lo que toca. Los jefes prósperos sacan lo mejor de quienes le rodean.
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