La naturaleza es la más fiel fuente de abundancia que tenemos en la vida. Más allá de sus procesos cíclicos siempre está a dispuesta a proveernos de sus frutos, sin importar como pagamos de vuelta.
Sin embargo, desde muy pequeños aprendemos a existir en estado de carencia, peleando por alcanzar los recursos que consideramos importantes. Estamos sumergidos en una consciencia colectiva que siente que cada vez hay menos y que pone en riesgo su equilibrio interior.
Es cuestión de ajustar nuestra perspectiva pues paradójicamente mientras más perseguimos lo que deseamos más se aleja de nosotros. Esto se debe a que atraemos lo que sentimos no lo que deseamos.
Así que es el momento de crear un ambiente adecuado en nuestro interior para poder disfrutar y alcanzar toda la abundancia que nuestro planeta ofrece. Por lo que te presento tres sencillas prácticas diarias que pueden conectarte con la abundancia
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3 Maneras de Conectarte a la Abundancia
- Gratitud: dar reconocimiento a tu vida presente te prepara para recibir las bondades futuras. Hoy ya tienes lo necesario para vivir, acéptalo, valóralo y establece con claridad lo que deseas alcanzar. Cada experiencia te acerca a quien quieres ser.
- Servicio: concéntrate en dar valor a otros, esto siempre te traerá bienestar y energía. Entregar amorosamente es sinónimo de conexión contigo mismo y allí reside la esencia de la abundancia. Usa la ayuda a otros como efecto multiplicador de prosperidad para todos.
- Cuida tu tiempo: vivimos temiendo a la muerte pero sin aprovechar el tiempo de vida que se nos otorga. Nuestros sueños tienden a no ser prioridad porque las responsabilidades son más urgentes. Solo cuando tu bienestar es más importante que las obligaciones puedes conectarte con tu abundancia interior. No desaproveches el tiempo.
Aunque vivimos en la búsqueda desesperada de la abundancia para poder materializarla debes crearla en tu interior primero. La vida se proyecta hacia afuera pero se construye hacia dentro.
Dedícate a establecer los valores que te acercarán a lo que deseas y comprende que la vida es un proceso, sin atajos ni formulas instantáneas y que el mayor propósito es disfrutar el camino.
Busca dentro de ti eso que amas dar, aquello que sin importar lo que suceda seguirías dando con orgullo. La abundancia es eso, tomar de una fuente que nunca se agota. Sé como la naturaleza siempre fértil y creador de tus recursos.
Elije siempre lo que te haga feliz.
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