He llegado a la conclusión de que poner la creatividad al servicio de la recreación es una excelente inversión. ¿A qué me refiero cuando lo digo? En este artículo te lo comento.
A decir verdad, me parece que cada época, tiene sus retos. Y las parejas contemporáneas, no están exceptas a las transformaciones. Nos encontramos en una época de transición, marcada por constantes cambios a un ritmo acelerado. Así que, es casi inevitable, estar expuestos a una fuerte dosis de estrés.
Afortunadamente los seres humanos contamos con una valiosa y poderosa herramienta llamada creatividad. Lo que nos ha permitido a su vez recurrir a preciadas alternativas para hacerle frente a las presiones y tensiones de la vida moderna. Así las personas recurrimos a un sinfín de opciones, como el deporte, la meditación, el arte, las actividades al aire libre, etc. Sin embargo, en las parejas he notado, que entre sus rutinas más solicitadas, se encuentran aquellas, digámoslo así, que son “convencionalmente comerciales”. Las cuales para ser sincera, tengo mis dudas que aporten realmente beneficios a mediano o largo plazo.
Desde mi punto de vista, parece que todas las alternativas encaminadas a una sana recreación, son válidas. Pero justo, la palabra clave, aquí es, sana. Por lo tanto, se suelen escoger actividades como por ejemplo: salir los fines de semana a comer. O ir al cine e ir de compras después. Quizás pedir comida a domicilio para quedarse a ver películas, programas o series en la televisión hasta tarde, en casa. No sé tú, pero yo tendría mis dudas. Es posible que estas alternativas a lo largo del tiempo, no resulten sanas para ambos y para su relación.
¿Por qué tengo dudas?
Por varias razones, entre ellas están:
- Pareciera confundirse “ahorro de energía” en lugar de «cargar la pila». Llevando a cabo actividades predominantemente pasivas (sedentarias). Lo segundo, implica en sí misma una actitud activa, al necesitar hacer algo que los llene de energía. Es decir, reservar energía, no es lo mismo que generar energía.
- Entre otras razones, las llamo “convencionalmente comerciales”. Porque lo que se pretende intercambiar es justamente dinero por ahorro de energía. Lo que en ocasiones les lleva a un círculo vicioso, ya que para pagar las actividades que llevan al pretendido “ahorro de energía, requerirán una fuente laboral. Resultando ser comúnmente a lo que se le atribuye la falta o el desgaste de energía de tal manera que si a la pareja por alguna razón le llega a faltar los recursos para acceder a dicha opción, la frustración de no poder realizar el acostumbrado plan llevará al aumento de tensión al interior de la relación. ¿Conoces a alguien a quien le haya sucedido?
- Lo que considero les hace más daño. Es la desconexión hacia la cual los dirigirá el tan solo “hacer actividades juntos” en lugar de elegir actividades. Ya que al poner en juego su creatividad, les permita aprender a “crecer juntos” en su relación. Al necesitar interactuar para platicar, negociar, convivir, divertirse y por supuesto, entre muchas otras actividades, “cargar la pila juntos”.
Por lo tanto, elegir conscientemente la actividad recreativa que desean para su relación de pareja, marcará sea cual sea la ruta que elijan, una enorme diferencia. Para ustedes, ¿cuál es su actividad recreativa favorita?