El último año he estado asistiendo a una formación para acompañar a otras mujeres. Durante su gestación, parto y post parto. En ese tiempo esperaba con mucho entusiasmo las pasantías de acompañamientos a partos. Durante toda mi vida, mucho había escuchado que las mujeres inmediatamente después de dar a luz, olvidan todo lo vivido por la dicha de tener a su bebé en brazos.
Seguramente ustedes, también lo han escuchado. Pero una cosa es escucharlo contar y otra poder presenciarlo. Uno de los aspectos más resaltante, es que inmediatamente después del parto la expresión de la madre es de satisfacción plena. También de alegría, de victoria, de dicha. ¿Y es que acaso ya no siente dolor? ¿Realmente olvidó todo lo que sentía en su cuerpo, hasta hace escasos minutos?
La ciencia de la Alegría
La respuesta es muy simple. Es la sabiduría infinita de nuestro cuerpo. En su perfecta naturaleza, sincroniza el nacimiento con la alegría. Permitiendo que la madre al sonreír, al sentirse alegre, libere las hormonas que la ayudaran a reducir el dolor físico.
Esto se ha constatado en diversos estudios médicos, por lo cual los expertos afirman que la sonrisa, reduce no solo el dolor físico, sino también emocional y la salud en general, ya que activan el sistema neuroendocrino e inmunitario, elevando a su vez, el número de leucocitos.
La ciencia nos dice que un paciente puede reducir su tiempo de recuperación en 60%, solo con sentirse alegre, ya que reduce las hormonas del estrés que tienen poder inmunodepresivo y dispara las hormonas que fortalecen el sistema inmunológico, como lo son las endorfinas, dopaminas, serotonina, adrenalina entre otros.
La alegría nos cura, además del nivel físico, psíquico y emocional, también a nivel energético nos alinea con los otros estados que nos conforman como seres prósperos, como lo son la gratitud y la esperanza.
Así que dos de las enseñanzas obtenidas en mis observaciones como aspirante a Doula, es la confianza plena en la perfección de nuestro cuerpo y que éste posee todos los recursos necesarios para autorregularse y que, para iniciar cualquier cambio hacia el bienestar, estar alegre y sonreír es el primer paso.
Y tú ¿quieres iniciar o afianzar tu camino hacia el bienestar? ¿Seguro? Entonces sonríe ahora mismo.