La alimentación ayuda a la salud
Cuando a mi hijo le diagnosticaron 9 de los 16 rasgos del espectro autista, sentí que caía en un abismo de oscuridad y mucha incertidumbre. No sabía cómo actuar o cómo podría ayudarlo.
En ese momento el futuro se tornaba gris y complejo. Una vez que superé un poco el shock de la noticia, asumí el papel fundamental que debía desempeñar en la mejoría y adaptación de mi pequeño.
Así que, a pesar de mis miedos, me puse manos a la obra. Lo primero que me recomendaron fue cambiarle el régimen de alimentación.
La lista era larga, para mi sorpresa. Entre lo que había que suprimir estaba el gluten, la caseína, la soya, conservantes y colorantes químicos, entre otros.
De nuevo sentí que el piso se desvanecía bajo mis pies. ¿Cómo podría lograr que mi bebé de 3 años dejara abruptamente lo que estaba acostumbrado hasta el momento?
La especialista me explicó las razones por las que debía cambiar la alimentación de mi hijo. Estos ingredientes tenían un efecto nocivo en su salud a nivel neurológico y obtendría beneficios si aplicábamos estas recomendaciones.
Esto fue suficiente motivación para mí. Yo deseaba con todas mis fuerzas ver a mi retoño bien y feliz como antes.
Apenas salí del consultorio comencé a investigar sobre este tipo de alimentación. Lo que descubrí en pocas palabras es que algunas personas presentan incapacidad para digerir ciertas proteínas, generándose toxicidad cerebral.
Los síntomas son similares a estar bajo el efecto de la morfina. Esto explicaba en gran medida muchos de los comportamientos de mi niño.
Buscando una solución, encontré una motivación
Basada en esta teoría acumulé información suficiente. Datos, ideas y recetas, para hacer de la hora de comer, toda una aventura.
Impulsada por las ganas de ver a mí bebe conectado y feliz, comencé a ensayar con recetas fáciles adaptadas a este tipo de regímenes de alimentación.
Al principio, rechazó muchísimas galletas, tortas y panes, pero seguí insistiendo motivada por los resultados que observaba. En sólo 3 semanas los cambios eran notorios en el desempeño de mi niño tanto en el colegio como en la casa.
Al cabo de un tiempo ya había adquirido suficientes destrezas para cocinarle según sus requerimientos. Y no solo eso, descubrí que tenía la habilidad para transformar recetas tradicionales.
[bctt tweet=»Siempre hay recursos suficientes para alimentarnos , incluso si padecemos de intolerancias. @nutri_delicioso #ArmoníaF #YoSoySuficiente»]
Además, eran aptos para ser consumidos por personas con alergias o intolerancias alimentarias. Al final, resultó que la «solución» al mal llamado problema se convirtió en la «motivación».
Esto ayudó a enrumbar mi camino y crear un proyecto maravilloso. A través de este, transmito mi experiencia, información, ideas y recetas a todo el que desee o necesite implementar un régimen de alimentación especial.
Debo confesar que el cambio no fue fácil. Pero la experiencia me enseñó que siempre contamos con suficientes recursos para crear soluciones ingeniosas.
No importa la dificultad que se nos presente, siempre hay una mejor manera. Sobre todo si estamos impulsados por el amor incondicional hacia nuestros hijos.
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