Si hay un tema que puede alimentar la esperanza del ser humano, me parece que es el amor.
Tal vez haya personas a las que les parezca “cursi”. Es decir, que es ridículo o demasiado delicado hablar de amor. Sin embargo, considero que ello se debe más a un prejuicio social inadecuadamente inculcado que a la realidad.
Con respecto al amor de pareja, por ejemplo, no he conocido a nadie, que, en algún momento no haya deseado encontrar a su compañero o compañera ideal.
Las experiencias, junto con otras variables influyen y determinan nuestro concepto de amor. Razón por la cual encontramos un sinfín de posturas. Estas van desde personas que lo consideran “cursi”, hasta rechazo a la posibilidad de enamorarse o establecer un compromiso amoroso. Un remedio frente a una posible desilusión prefiriese no albergar esperanza alguna. Así como, en el otro extremo, personas que se aferran de manera irracional a alimentar la esperanza de lograr una historia de amor.
Esto último es extremo delicado. Ya que en algunas ocasiones la esperanza aparece, paradójicamente, justo después de cada desilusión. Confundiéndola en ciertos casos, como una gran prueba de amor.
Resulta curioso, además, encontrar en algunas ocasiones a personas defensivas a enamorarse. Justamente en el extremo de aferrarse al amor, una vez que entablan una relación.
Alimentar la esperanza nos permite tener expectativas positivas de que lograremos lo que deseamos o anhelamos. Es algo que nos anima y brinda energía para continuar esforzándonos. No obstante, cuando la esperanza no está sustentada en la realidad puede generar dolor y mucho sufrimiento. Por lo que en ese sentido sugeriría plantearse una inusual pero necesaria e importante reflexión:
¿Hasta dónde es pertinente alimentar la esperanza en una relación de pareja que no funciona y genera insatisfacción? Es una pregunta complicada y difícil de responder, ¿Lo has pensado alguna vez?
Alimentar la esperanza
Es pertinente aclarar que la solución no tiene que ser necesariamente la ruptura de la relación o del compromiso. Sería un error interpretarlo de esa manera. Mas bien, implica hacer un alto en el camino y considerar una nueva ruta. Incluir alternativas como la posibilidad de buscar, entre otras cosas, ayuda profesional, aprender nuevas habilidades o usar otras herramientas.
En la idea de invitar la reflexión sobre el tema y generar posibles respuestas, en cuestiones de amor requerimos empezar por amarnos a nosotros mismos. Y si eres de los que creen que ello es ser egoísta, entonces, es muy probable que hayas olvidado el hecho innegable de que nadie da lo que no tiene.
Así que mientras reflexionas, toma en cuenta que, aprender a quererte más. Será sin duda, el primer paso para sustentar sobre terreno firme la esperanza de un nuevo y mejor porvenir.
Lilian Rodríguez
Ver también La integridad del amor