En varías oportunidades, madres amigas o conocidas me han hecho este planteamiento: Sí demuestro amor incondicional a mi hijo, independientemente de sus acciones positivas o negativas:
¿No estaré enviando un mensaje equivocado? ¿Estaré reforzando su mal comportamiento cuando sus acciones no son aceptables?
En esencia, las madres amamos a nuestros hijos incondicionalmente. Sin embargo, dudamos si demostrarles ese amor en toda su dimensión sea correcto.
Una amiga cercana me comentó que el psicólogo de su hijo le dijo que el hecho de ser hijo único y sentirse amado por su madre, representaba una desventaja para él, porque lo hacía sentirse único con respecto al resto del mundo.
Seguramente, a ti también te han dicho cosas parecidas, o cosas como que estás consintiendo demasiado. Que los estas «mal – criando», cuando la mayoría de la veces estas respondiendo a tu hijo instintivamente. Tranquila, no eres la única.
La buena noticia es que demostrarle amor a tu hijo incondicionalmente, sin importar su comportamiento, que no supone de ninguna manera ausencia de límites y disciplina.
Es sentar las bases en la construcción de su autoestima y seguridad en sí mismo.
Las consecuencias del Amor Incondicional
La primera infancia va desde los 0 hasta alrededor de los 7 años. Es donde queda grabado en el subconsciente todas las experiencias de vida. Con las cuales aprenden a relacionarse consigo mismo, contigo y con otros.
Los niños necesitan saber y sentir sin lugar a dudas que son profundamente amados para de allí establecer su valía personal. Saber que valen por lo que son, que son seres únicos e irrepetibles y no que valen por sus acciones en un momento determinado.
Esto les permite de adultos sentirse merecedores, de las bendiciones que les ofrezca la vida. El sentirse merecedor parte de amarse a sí mismo y permite desbloquear los flujos de abundancia.
Ahora que ya sabes la importancia, del amor incondicional hacia tu hijo, no temas más en demostrárselo. Recuerda que al momento de corregir un suceso o un comportamiento no aceptable, debemos hacer énfasis en el hecho y no culpabilizar al niño. De esta manera lo haces sentir amado y le muestras amorosamente la manera de enmendar el error cometido.
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