Hay una serie de indicadores al momento de invertir que verifican si estás logrando lo que deseas. No se necesita ser un experto en finanzas. Tan solo requieres ser consciente de tus emociones. Toda persona que le interesa el mundo de las inversiones teme el fracaso. Sin embargo, muy pocos admiten la falta de claridad que tienen a la hora de tomar decisiones. Este es un llamado a la reflexión para que evites estar atrapado en la inconsciencia de las inversiones.
Para empezar, te mostramos las emociones que te advierten que estás en el camino equivocado. O que por lo menos hay una desconexión entre lo que haces y lo que logras. Esto con el propósito de invitarte a que pienses más en ti y no en apariencias que nunca traen beneficios.
Euforia
Es el entusiasmo irracional por algo o alguien. Si recibes una propuesta de negocio en donde se hace más énfasis en promesas fantásticas que en definir claramente los niveles de riesgo, piénsalo mejor.
La inversión es un proceso que necesita una mente en calma y las emociones en orden. Dar el paso inicial solo porque la idea de cambiar tu vida te parece atractiva es un acto inconsciente. Las inversiones son para crecer, es decir, expandir lo que ya tienes.
Ansiedad
La euforia como toda emoción es fugaz. Quien toma decisiones bajo este criterio con bastante rapidez se da cuenta de que algo está mal. Y allí surge la ansiedad al considerar por primera vez los verdaderos riesgos de la decisión tomada. Es el punto en donde las piezas no encajan pero se hace todo para que las cuentas cuadren.
Negación
Esta es la posición en donde no se acepta el error. El deseo desmedido de justificar lo que no tiene sentido. Incluso de manipular las circunstancias con la esperanza de lograr lo que se quería inicialmente. Este es un estado peligroso porque usualmente agrava la situación en vez de detenerla y te mantiene atrapado en la inconsciencia de las inversiones.
Depresión
Una vez que se admite la pérdida surge la depresión. Está asociada al arrepentimiento, la culpa y la vergüenza de haber cometido el error. Sumerge a la persona en un castigo que no cambia la situación. Tampoco le permite reflexionar y aprender de su error para pasar la página. Involucra el resentimiento hacia lo que sirvió de impulso para tomar la decisión.
Aunque este es un ciclo emocional bastante común, no es obligatorio experimentarlo. Estar atrapado en la inconsciencia de las inversiones es una decisión que depende de ti. No te expongas a riesgos innecesarios.
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