Cadena de Bienestar

El estado de bienestar se da mientras estamos alineados con nuestro propósito de vida y enfocados en el estado presente. Ambas condiciones propician la satisfacción con uno mismo y por ende con el entorno.

Solo es cuestión de pararse a recordar que día usted se sintió saludable, feliz y orgulloso de sí mismo y vio todo mal a su alrededor. Eso no sucede.

Cuando estamos satisfechos todo nos parece bonito. O por lo menos nos enfocamos en las cosas más positivas de nuestro entorno. Sencillamente, al ser seres energéticos nos conectamos con realidades resonantes a nuestra misma frecuencia.

Te invito a observar la dinámica familiar en caso de tener pareja e hijos. Según la teoría de sistemas en donde todo se relaciona. La posición del hombre y la mujer en la pareja tienen un orden físico. En el cual el hombre posiciona a la mujer a su lado izquierdo, es decir, del lado de su corazón.

Esto se plantea de esta forma porque partimos del principio en el que el hombre nutre desde su corazón a su mujer. Desde allí ella lo recibe para nutrir también a sus hijos ubicados del lado izquierdo. Y el orden de ubicación es del mayor al menor.

Se comienza por el lugar del hombre por su condición fálica que nos evoca la provisión, el dar. Luego, la mujer como una copa sagrada recibe.

Este pequeño ejercicio será muy útil para practicarlo en nuestra mesa. Ubicándose el padre en el puesto de poder. Mirando hacia la puerta y con pared detrás. ^Para que la mujer se siente al lado izquierdo de él. A la izquierda de ella el hijo mayor, y así los que sigan.

Puede ser que al principio al movilizarnos de lugar se presenten ciertas incomodidades. Energéticamente a veces es alguno de los hijos el que ocupa el lugar de poder en la casa. Al moverlo se resistirá a perderlo. Igualmente, sí la mujer era la que ocupaba ese lugar, sentirá también como pierde un poco de control familiar. Que se compensa también con soltar la sobrecarga que ese puesto de liderazgo implica.

Entre hermanos al moverlos, sí el menor estaba en el lugar del mayor, protestará. Porque de alguna manera estaría perdiendo su “reinado” energético.

Es interesante. Solo es cuestión de intentarlo y verificar qué sucede. Al igual que ser perseverante para poder disfrutar después de la tranquilidad que brinda saberse en el orden correcto y en lugar correcto dentro de tu sistema familiar física y energéticamente.

Cadena de bienestar

Cuando a uno le dicen, por favor, muévete que ese es mi lugar, sin duda parecerá desagradable. Pero una vez que sabemos cuál es con certeza nuestro lugar, ya nada ni nadie podrá ocuparlo sintiéndose cómodo. Un ejemplo muy claro es cuando vamos al médico. Nadie se sienta en el lugar del doctor. O cuando entramos en un salón de clases en el que el profesor se hace respetar con su sola presencia, difícilmente alguien se siente en la silla de su escritorio.

La importancia de saber nuestro lugar radica principalmente en que no tenemos que esperar que nadie nos dé nuestro lugar, nosotros ya lo sabemos. Segundo, fomentamos la fluidez de la relación o las relaciones, ya que del orden nace el amor.

Cuando se logra determinar la dinámica del lugar, los niños dejan de pelear por su puesto en la mesa o en el auto, y los celos entre hermanos menguan porque la cadena de bienestar se hace cíclica.

En la cama se invierten los lugares de la pareja.

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