Mantener tus recursos circulando, ya sean físicos o espirituales, es garantía de un estado del ser equilibrado. Es estar en constante evaluación acerca de lo que te es útil y lo que no. Es posible que estés acostumbrado a ir acumulando en la vida, pero para que llegue lo nuevo lo viejo tiene que partir.
Esto significa que tienes que vivir en tu momento presente. No se puede observar con claridad desde la perspectiva del pasado, ni con las expectativas del futuro. Algo que resulta retador ya que, pocos vivimos en el presente. Siempre estamos añorando lo que fue o deseando lo que será.
Por tal razón te sugiero lo siguiente para mantener una buena circulación de recursos en tu vida:
Viajar ligero
Todo lo que realmente te pertenece está dentro de ti, así que rodearte de muchos objetos que te puedan impedir el movimiento, es una mala administración de recursos. Agradece poder disfrutar ciertas cosas, sin apegarte a ellas, teniendo en cuenta que lo más importante es tu libertad.
Tener orden
Esto significa saber para qué tienes cada cosa y pocas personas pueden responder a esto. Cuando lo logras te das cuenta que has ido por la vida cargando cosas, historias e incluso personas, que te restan bienestar. Lo que ayer fue importante hoy puede no serlo y en la medida que tu atención esté en saber descartar lo que ya no es útil, sabrás hacerle espacio a lo nuevo.
Saber desprenderte
Soltar te puede generar una sensación de pérdida, pero tienes que confiar en la vida. Si hay algo o alguien que no aporta bienestar para ti, lo más sano es dejar ir. Tienes que aprender a vivir con la incertidumbre del vacío, te aseguro que cuando te permites hacer espacio lo necesario para crecer llega.
Mantener una buena circulación de tus recursos te permitirá crear la vida que deseas con mayor tranquilidad. Cuando te aferras a lo que no suma, estás restando a tu calidad de vida. Permítete entregar de nuevo al mundo la energía que ya define quién eres.
Ser auténtico implica hacer ajustes constantemente, porque cada día representa una vida entera y no eres el mismo de ayer. Tus perspectivas cambian por lo que el propósito de lo que hay en tu vida también lo hará.
No temas dejar ir, dejar circular tus recursos es señal de que vives en armonía con la abundancia, confías que nada te faltará. Para lograrlo activa tu liderazgo interior que te permita ser y sentir para servir.
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