Es una realidad, que cualquier relación, requiere del talento de sus integrantes para conducirla con armonía y consolidarla. Esto es aún más claro y evidente en las relaciones de pareja, las cuales establecen un vínculo de un compromiso muy especial. Pudiéramos decir que casi siempre se trata de un lazo con características únicas y diferentes a cualquiera otra relación. Sobre todo, si deciden formar una familia y tener hijos como uno de sus proyectos compartidos. El talento es la constante presencia en las parejas para poner lo mejor de ellos, al servicio de tan valiosa e importante misión.
En el inicio de toda relación de pareja, la atracción física por regla general suele ser casi siempre crucial. Aunque no podemos olvidar, que existen otros elementos también de vital importancia que “se activarán” luego de la interacción entre las dos personas.
Me referiré a uno de estos elementos, el cual generalmente pasa desapercibido. No obstante, juega un papel relevante no solo durante el inicio, sino a lo largo de la relación. Dicho elemento, se refiere al primer punto de conexión no sustentado en el aspecto físico. Este tiende a ser alguna cualidad, característica o talento que se destaca o brilla para la persona que la percibe. Hay que recordar que, durante la fase de enamoramiento, pareciera que los enamorados solo “tienen ojos” para ver las cualidades, pero no los defectos de su compañero o compañera, ¿Recuerdas la famosa frase “el amor es ciego”?
De lo anterior, surge la idea en muchas personas de que el enamoramiento por lo tanto es dañino y es necesario tratar de evitarlo a toda costa. Desafortunadamente, no solo es imposible lograrlo, sino que además es incluso contraproducente. Es algo así como un paso indispensable en una ecuación matemática para llegar al resultado correcto de la misma.
La constante presencia de los talentos
Durante la fase de enamoramiento, la pareja se centra en las cualidades, aptitudes y talentos de la persona amada. Algo que, de manera natural, ofrece las bases necesarias para que el amor pueda consolidarse a través del tiempo. Cuando la pareja coloca la constante presencia de los talentos, estos podrán encargarse de generar admiración y respeto recíproco propiciando que su amor se mantenga y madure.
En esa etapa, la devoción mutua es un elemento crucial que suele estar presente. Alimentando el interés y amor entre la pareja recién formada. De tal forma, que si esta última, tiene o desarrolla la capacidad o aptitud para mantener su atención centrada en las cualidades y talentos de su pareja, la admiración, el respeto y por supuesto el amor, no solo se mantendrá y crecerá, como ya lo había mencionado, sino que además madurará y se consolidará a través de los años. Conduciéndolos con el paso del tiempo a que los defectos de cada uno se conviertan en motivos para mostrar su mutua aceptación. Consolidando así su confianza, al saber, que los recursos y talentos de cada uno, los comparten con aprecio y alegría. Sumándose siempre, para unidos, resolver las adversidades y caminar fortalecidos por la vida.
Lilian Rodríguez
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