Decidir Ser Quien Soy

Creo que una de las decisiones de mayor valor que tenemos que realizar en la vida es decidir ser quiénes deseamos ser. Y ustedes se preguntarán y ¿No es que decidimos ser quiénes queremos ser desde que nacemos? Pues en principio sí.

Venimos con una historia de libre albedrío donde verdaderamente ejercemos ese comportamiento. Cuando somos unos bebes pedimos de comer cuando nos apetece, nos reímos cuando algo nos gusta y lloramos cuando algo no nos gusta. Así vamos creciendo. Sin embargo, cuando establecemos ciertos criterios sobre la vida nos basamos en lo aprendido en esos primeros tiempos. Y comenzamos a copiar conductas que verdaderamente nos van alejando de quiénes verdaderamente queremos ser.

Regularmente cuando vamos creciendo, esa decisión no llega a concretarse. Porque comenzamos a tener una especie de estira y encoge entre nuestra esencia, lo que creemos que somos y lo que pretendemos ser. Y es en ese momento es que comenzamos un proceso, incluso que hasta podría ser tortuoso. Por aquello de no saber exactamente quiénes somos.

¿Cómo se decide ser quiénes somos?

Pues no existe una receta, o fórmula que nos diga cómo hacerlo. Cada quien tiene su propio camino que recorrer, o como siempre digo su propia montaña que escalar. Tal vez pasen décadas completas antes de poder darnos cuenta de nuestra inconsciencia. Creo que lo he escrito antes, viví sin dirección mucho tiempo. Sin saber exactamente por qué lo hacía. No tenía un verdadero asidero que me permitiera vivir con propósito de vida. Esa conciencia llegó tarde para mi gusto. Pero finalmente llegó y soy realmente feliz. Y privilegiada de la vida por tener esta oportunidad en estos años que le dicen “dorados” que definitivamente sí viviré “doradamente”.

Yo creo que podríamos comenzar por sincerarnos con lo que realmente queremos. Establecer un criterio claro que nos dé direccionalidad. Luego desarrollar un enfoque sobre cada uno de los aspectos referentes a nuestra vida. La salud, el trabajo, las relaciones, la economía, la pareja, la espiritualidad. Crear un plan. El cual revisaremos constantemente a ver si nos estamos acercando constantemente a lo que deseamos vivir. Acercando o tal vez nos demos cuenta, que nos estábamos alejando.

Pudiese pasar que tomamos los mil y un talleres. Nos entrevistamos con cientos de personas. Leemos muchos libros especializados y aún seguimos con una eterna duda de saber qué queremos ser. Pero al menos ya estamos un poco más cerca para decidir finalmente cómo queremos ser percibidos.

¿Te has puesto a pensar en eso?

Realmente no tenemos conciencia. No se aprende en el núcleo familiar, ni en el campo formal de la educación. La realidad es que vivimos la vida que creemos debemos vivir. Y poco nos detenemos a mirar la vida que de verdad deseamos vivir. Respondiendo a un patrón educativo, donde resalta el portarse bien. El ajuste de nuestras creencias. Y escudriñar donde desea. El premio finalmente será saber qué tan real es esa figura que queremos dibujar en nuestro presente y vivir en el futuro.

Decidir y decidir mostrarnos al mundo tal cual queremos hacerlo, requiere de una convicción interna profunda. Esta debe pasar por el filtro de conocer nuestra luz, pero también conocer nuestras sombras. Eso nos hará equilibrados para convertirnos en seres auténticos. ¡Seremos libres de ser quienes somos! ¡Habremos decidido!

¡Hasta la próxima!

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