3 pasos para desarrollar la generosidad

Gracias, gracias por tu tiempo y dedicarlo a la expansión de tu consciencia. Como cada artículo te hago una invitación y es, estar presente. Antes de iniciar te pido tomar consciencia de tu cuerpo y la respiración. Realiza una respiración lenta, suave y profunda, a la vez cierra los ojos y pregúntate, ¿qué nivel de atención tengo en este momento, qué porcentaje del 1 al 10 % tengo en este momento? Esto es para traerte al momento presente. Te permitirá detenerte y leer con detenimiento, sin juicios y desde ese porcentaje de presencia que tengas. En esta oportunidad vamos a desarrollar la generosidad.

¿Cuándo fue la última vez que estuviste disponible para alguien sin esperar nada a cambio? Sin realmente esperar absolutamente nada a cambio.

¿Sabes lo que hacemos las personas que escribimos para esta revista?

Dar, crear conexión, esto es lo que encuentras aquí. En cada artículo que entrega cada colaborador que estamos al servicio de esta comunidad ArmoníaF.

Y en esta edición conversamos de la Generosidad. Quiero entregarte una de las virtudes por excelencia del budismo. “Dana” es una palabra en sánscrito y se refiere a la práctica de cultivar la generosidad. Dana la capacidad de dar.

En los tiempos que corren ofrecer ayuda sin miedo, estar disponible sin necesidad de esperar nada a cambio, es de las formas más altruistas y solidarias que podemos imaginar. Sin embrago, la realidad es que muchas personas están envueltas en el individualismo extremo. Esto debido a unos esquemas sociales y éticos rígidos, a la espera casi siempre de recibir algo a cambio. Piénsalo un poco. De pequeños se nos enseñó algunas verdades que jamás cuestionaríamos. Por ejemplo, que teníamos que compartir sin tomar en cuenta la esencia de la naturaleza de la generosidad como tal. No todos los actos generosos son virtuosos, la clave es la actitud mental.

Cuando ofrecemos una palabra amable, una actitud abierta, un regalo, comida o dinero Dana florece.

También cuando somos capaces de estar contentos con las cosas tal y como son. Al permitimos que se vaya lo que no necesitamos, nos estamos liberando del apego y esto como seres humanos nos libera.

Cuando la generosidad es totalmente genuina desde el corazón y una mente abierta es realmente positiva.

Entonces, ¿de qué manera practicas la generosidad?

Te dejaré 3 cosas que yo realizo y que puedes poner en práctica.

Desarrollar la generosidad

• Comparte con otros: Ofrecen pequeños gestos de cariño. Compartiendo comida o ropa, tiempo, un abrazo, por ejemplo, por iniciativa propia.
• Participa en grupos de apoyos: esto ayuda a una mejora en la convivencia social y a la creación de una mayor diversidad. Es posible que tú hayas superado algo importante y tu experiencia y como afrontaste la situación ayude a otros. Participar en grupos de apoyo también te dará una perspectiva diferente de la vida y llenará tu corazón de alegrías.
• Dona objetos: objetos que ya no uses y que pueden hacer una gran diferencia para los otros. Esto es un gran acto de generosidad simple que se puede hacer de forma recurrente. En ocasiones acumulamos cosas y objetos que no usamos y que pueden ser reutilizados, reciclados y que podría aportar valor a otros. La generosidad está en los pequeños actos que requieren un mínimo de esfuerzo y tiempo, que harán una gran diferencia para otros.

Entonces, ¿cuándo fue la última vez que estuviste disponible para alguien sin esperar nada a cambio? Sin realmente esperar absolutamente nada a cambio.

Juntos podemos desarrollar la generosidad. El ser de luz que habita en mí saluda y honra al ser de luz que habita en ti y en todos los seres. Námaste.

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