Cuando se habla de la necesidad de prepararse en la administración de las finanzas personales, para algunos esto es innecesario. Es muy fuerte y sostenida la creencia de que la mejor solución a los problemas está en tener más dinero para gastar. Así que en esta oportunidad vamos a reflexionar acerca de las ventajas que te dará tener educación financiera.
El manejo del dinero no depende de nada excepto de tus pensamientos y creencias. Esto contrasta con un mundo que te pide que compartas determinadas imágenes o mensajes para que te llegue dinero. Mientras no aceptes que lo que eliges gastar depende solo de ti y no de lo que te rodea, seguirás en la lucha, tengas poco o tengas mucho.
No tienes que ir a la universidad para aprender a manejar tu dinero. De hecho, en ninguna rama del sistema educativo actual te enseñan a cómo hacerlo. Saber administrar tus recursos no es una habilidad biológica, tampoco intuitiva y mucho menos depende de la cantidad de efectivo a la que puedas acceder.
Se trata más bien de saber a qué decir que sí y a qué decir que no. No es una distinción simple, sobre todo por la cantidad de estímulos de compra a las que estás expuesta. La mayoría de las personas tienen como patrón de comportamiento trabajar para gastar. Puede que pienses en el merecimiento de tus deseos como inspiración para elegir tus compras.
Ventajas de adquirir educación financiera
Ahora te mostramos algunas ventajas de educarte financieramente hablando. Todos los resultados requieren de dedicación y tiempo para que se manifiesten. Asume la responsabilidad de ti misma. Como dicen por ahí, todo es difícil hasta que se logra y todo da miedo hasta que se conoce.
Tomas mejores decisiones
Cuando defines el propósito de tus intereses las decisiones se pueden gestionar más fácil y con resultados ajustados a lo esperado. Ya no te quedarás paralizada al intentar escoger dos cosas que quieres con igual intensidad, pero que se contradicen en prioridad. Establecerás con mayor claridad lo que es importante a mediano y largo plazo, incluso, aunque no sea la opción más placentera.
Aprendes a resistir tus impulsos
Esto también es llamado autocontrol, y es la capacidad de poner en espera tus anhelos y necesidades. El tiempo te puede ayudar a poner en perspectiva tu deseo de compra. No permitir que la impulsividad te dirija es un signo de madurez en cualquier contexto.
Ajustarte a tu realidad
Puede que la vida de tus sueños sea muy diferente a la vida de tu realidad. Cuanto más grande es la diferencia más conflictos habrá porque tiendes a la subestimación o la sobre confianza en tus recursos. Aprende la diferencia entre necesidad, comodidad y lujo, pues te ayudará a definir tus prioridades para construir tranquilidad.
Te permitirá descubrir tus comportamientos financieros
Conocerte a ti misma te ayudará a cambiar patrones poco saludables. Si, por ejemplo, nunca has recibido educación financiera, darte cuenta de esto te llevará a formarte para lograrlo. Explora en los modelos que has tomado para dirigir tu vida. Conocerlos y examinarlos te permitirá elegir nuevas opciones. No estás obligada a seguir haciendo lo mismo de siempre. Realiza ajustes acordes a tus recursos y necesidades para estar mejor.
No dejes en mano del destino o la circunstancia decisiones que dependen de tu estado emocional y los conocimientos que tengas. Prepárate para la vida que quieres y deseas sostener. Busca lo mejor dentro de ti.
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