Muchas personas celebran solo cuando cosas extraordinarias y agradables pasan. Es decir, cuando los resultados son los que estaban esperando. Pero la vida tiene voluntad propia y es independiente. O quizás solo se trate que los desconectados de la vida somos nosotros. Por eso en la mayoría de las veces da la impresión que las cosas van contracorriente.
Hay quienes consumen su tiempo a la espera de aquello que les haga exclamar ¡Vamos a celebrar! Encontrándose con la sorpresa de que no llega o por lo menos, no como lo esperan. Pero la vida es ahora y aunque suene a cliché es la verdad, sea aceptada o no. Si no aprendemos a apreciar el momento presente se nos escapa la oportunidad de aprovechar lo que se nos ofrece.
Si estás leyendo esto, puedes ver el color del cielo, escuchar lo que sucede a tu alrededor. Posiblemente caminar hacia donde tú quieras y poder abrazar a tus seres queridos. Así que eres rico. En este instante hay miles que están perdiendo el privilegio de la vida. Y tú tienes mucho más de lo que sueles apreciar.
La vida es maravillosa
La vida es maravillosa aún en sus desafíos. No se sienten de forma agradable pero sin duda todo lo que ocurre es en función de tu crecimiento. Es momento de parar y dejar de ver la celebración como un hecho ocasional. La vida se celebra cada momento, día a día. Todo en este mundo tiene una belleza extraordinaria, si te cuesta mucho fijarte en eso te puedes preparar para conectarte desde la energía y no desde esquemas impuestos que no proporcionan bienestar.
La celebración no implica el derroche. Hemos sustituido experimentar la gracia de estar vivos por el objeto de moda. Ya no miramos a la gente a los ojos por posarlos en un dispositivo móvil que no abraza. Nos cuesta ponernos en contacto con nuestros seres queridos porque la agenda la tenemos ocupada. Y para luego ¿qué queda?
Esta vida tiene un tiempo finito y no tenemos información exacta de su duración. Lo relevante no es que se termine, no te distraigas de lo importante por miedo a lo único seguro que nos ofrece este proceso: regresar a la Fuente Creadora que nos trajo aquí. Estoy segura de que eso será maravilloso, sin embargo, hoy estoy aquí y no dudo que sea un regalo.
Cierra tus ciclos, ámate y ama a los demás, enfócate en lo que te gusta hacer, eso también es celebrar la vida. Encuentra ese espacio donde el bienestar sea una prioridad y esa sería tu mayor contribución al mundo. Que tengas un nuevo y extraordinario proceso. Hasta la próxima reflexión.