¿Qué pasaría si desear tener más dinero ya no es una prioridad para ti? Es posible que te sientas incómoda y hasta perdida pues ha sido tu objetivo por tanto tiempo que no sabes qué otra cosa puede ser importante. No todo lo puedes resolver con dinero. Y, cuando no comprendes esto, sueles ser esclava de tus deseos.
Incrementar el saldo de tu cuenta bancaria para adquirir cosas que proyecten éxito ante los demás es una dinámica agotadora. Pues, implica acciones que con frecuencia no están asociadas a tus recursos ni necesidades. ¿Está mal desear tener cosas distintas? Pues no. El conflicto surge cuando pierdes tu bienestar físico y emocional por lograr tus metas.
En una posición así nunca ganarás, aunque logres todo lo que deseas. Esto te revela que no todo lo que quieres te beneficia y que no conoces la diferencia entre lo que te impulsa para estar mejor y esforzarte para no llegar a nada. Se requiere que te conozcas a ti misma con profundidad para evitar caer en este estilo de vida. Es difícil no entrar en este bucle porque es lo que la mayoría hace.
Por esta razón, te sugerimos tres maneras de evitar ser esclava de tus deseos. Desde nuestra filosofía de riqueza consciente te invitamos a fortalecer tu interior para hallar las respuestas que necesitas. La conciencia rompe esquemas y te permitirá alcanzar una vida que disfrutes. Así que te planteamos ideas para que no ares en el mar.
Define un propósito o utilidad para lo que deseas
Comprar por el placer de gastar no te lleva a nada más que agotar tus recursos. En la medida en que halles la relación específica de lo que deseas adquirir con tu bienestar integral, lo que obtengas será una contribución y no una pérdida.
No confundas satisfacer tus necesidades con el derroche. Algo que te puede ayudar a diferenciarlos es preguntarte el tiempo que usarás determinado producto al día. O sí esto te va a ayudar a ahorrarte tiempo en tu rutina diaria para poder dedicarte a algo más valioso para ti. Todos necesitamos cosas, aunque no todas las cosas son útiles para ti.
No confundas tus necesidades materiales con las emocionales
Es común utilizar la capacidad de compra como un medio para aliviar ciertas emociones. Si no sabes gestionar lo que sientes terminarás tomando decisiones que te perjudican. Desear cosas y obtenerlas para sentirte bien, es un arma de doble filo. Esto se debe a que, si tus condiciones cambian y no logras sentirte como esperas, la depresión y el vacío se harán presentes.
No es una exageración. La mayoría de las personas proyectan su imagen de alegría y diversión en lo que pueden gastar. No es una conclusión natural elegir construir bienestar interno para evitar el desgaste si las condiciones a tu alrededor cambian. Construye relaciones para gestionar tus emociones y permite que tus finanzas se encarguen de la comodidad que puedas pagar.
Expande lo que ya está en tu vida
En vez de desear siempre cosas nuevas, busca expandir lo que ya te ha beneficiado. Ten presente que todo lo que quieres lograr conlleva la responsabilidad de construirlo y modificar parte de quien eres para llegar a tu meta. No te metas en batallas que no te lleven a nada e invierte en lo que te fortalezca internamente.
Evitas ser esclava de tus deseos cuando los usas para construir una mejor forma de vivir y no para evadir tus disgustos. Tu mayor riqueza está dentro de ti.
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