Desde muy niña escuché principalmente en mí escuela, que sumando esfuerzos podríamos ayudar a otros. Esa inquietud por ayudar a otras personas quedó sembrada.
Recuerdo a mis compañeritos de clase, muchos de ellos venían de los campos aledaños a mi pueblo. Algunos llegaban sin siquiera un cuaderno. La gran mayoría en alpargata, después de caminar largos trechos desde sus casas hasta la escuela.
Sin embargo, también percibía el egoísmo y la mezquindad. El aprovecharse de las circunstancias para sacar el mejor provecho, esa contradicción también se quedó.
Y no faltó quien me dijera que tuviera mucho cuidado con ser tan dada:
«La gente se aprovecha de ti»
Ciertamente lo hacían, ahora lo comprendo. Antes de ayudar a otro siempre lo pensaba.
¿Será que quiere aprovecharse de mí? obvio era lo que atraía. Por mucho tiempo hice contribuciones aisladas ayudando a mis amigos en la universidad, luego que me gradué y lo seguí haciendo.
Sumando esfuerzos para ayudar a otros
Ya con consciencia de lo que es la contribución las cosas han cambiado. Continúo de manera puntual contribuyendo con la educación de dos jóvenes universitarios de escasos recursos económicos. Además, formo parte de una organización sin fines de lucro.
En esta organización, «Damas Voluntarias de El Vigía», recaudamos fondos para luego ayudar a otras personas con necesidades de mejorar fundamentalmente su salud. Es muy gratificante hacerlo.
Hay empresas y comerciantes que hacen sus contribuciones mensuales a nuestra organización para disminuir los impuestos municipales. Expresan sentirse mejor haciéndolo así.
Yo también lo siento así, esa sensación de dar mi mayor esfuerzo para ayudar a otros, sobrepasa cualquier cansancio físico que se genera cuando realizamos los bazares, las ventas de comidas hechas por nosotras mismas y las otras tantas actividades para lograr nuestro objetivo.
Recibir un «Dios les pague», en agradecimiento por la ayuda brindada es la mejor recompensa que todas tenemos cuando contribuimos. Sumando esfuerzos para ayudar a otros en la mejor manera de contribución que hasta ahora he conseguido.
Atrévanse a hacerlo, les aseguro que es un acto de verdadero amor. Dios obrará para que sumen en paz, tranquilidad y abundancia plena.