Algunos se van al Himalaya, otros desean que les toque la lotería. Algunos quieren adelgazar, otros comprarse una casa más grande. Para otros es tener hijos o tener salud, sin embargo, todos buscan lo mismo: ser felices.
Cada uno, a su manera, busca la felicidad por diferentes caminos. No se dan cuenta de que solo hay un camino y está dentro de nosotros, se llama Confianza.
Si te das cuenta lo único que te quita la felicidad y el bienestar es el miedo que nace de la desconfianza. El miedo al fracaso, al ridículo, a la soledad, y muchos otros que en definitiva se resumen en miedo a sentir dolor y sufrimiento si las cosas no salen como a mí me gustaría.
Pero ese «me gustaría», no es más que la creencia que generamos en nuestra mente de cómo podríamos ser felices. Con más dinero, con un trabajo estable, con una pareja, con más tiempo, entre otros.
Pero es curioso comprobar cómo cuando logramos lo que habíamos imaginado que nos haría feliz, resulta que ya no es como lo habíamos pensado. O surge otro problema que desvía nuestra atención y nos impide disfrutar del logro obtenido.
Ya tengo mi casa pero ahora estoy sin trabajo y no sé si podré pagarla. O mi hijo está enfermo o me he divorciado y ahora la casa es muy grande para mi sola.
Pareciera que la felicidad es una niña traviesa que nunca se queda quieta. Cuando estamos llegando a ella sale corriendo para esconderse de nosotros.
Sin embargo, te puedo decir que la felicidad no está fuera, ni se mueve de lugar. La felicidad está dentro de ti y la verás, sentirás y escucharás claramente cuando aprendas a confiar en la vida.
Saber que todo lo que te sucede es para tu bien, aunque ahora mismo no lo entiendas o aunque ahora mismo te duela.
Y sino, mira hacia atrás y, fíjate como en todos los sucesos de tu vida que tú etiquetas como negativos, siempre hubo una parte positiva. Conociste a alguien especial o que después te ayudó en algo importante, o aprendiste algo que no sabías. Quizás te sirvió de entrenamiento para ser exitoso en un trabajo posterior.
Pero mientras te empeñes en aferrarte al miedo, a la inseguridad, a la desconfianza y al pensamiento de que el fracaso existe y que es algo malo… la felicidad seguirá escondida para ti.
Tal vez te parezca un sueño imposible y creas que primero todo debe alinearse fuera de ti para empezar a sentirte medianamente bien. Pero no es así.
Sin embargo, no me creas, compruébalo por ti mismo. Ante cualquier dificultad de la vida: suelta tu deseo de control, confía y fluye. Y de repente la felicidad florecerá dentro de ti.