Cómo fluir el dinero para vivir en paz

¿Cómo fluir el dinero? Esta es una de las preguntas que con más frecuencia recibo. Finalmente me siento con tranquilidad a responder, desde mi experiencia y con el corazón en la mano. Aquí sabrás como cambiar esta energía de vivir el dinero como la fuente de lo escaso, para verlo como algo tan poderoso, sagrado y abundante como el agua.

 

Nací y crecí con una quebrada de agua sucia detrás de mi casa. No empezó así, pues mi mamá me contaba que era un río muy lindo hace menos de 70 años, ¡e incluso pasaba una línea de ferrocarril por un lado! (por eso se llama el barrio La Línea). De niña me podía pasar horas viendo el agua sucia correr, y fue allí que aprendí las lecciones básicas del dinero. Aquí te cuento acerca del fluir del dinero en tu vida:

 

El dinero fluye a aquello que te importa

 

Nunca tienes problemas de dinero, sino problemas de prioridades. De niña mi mamá trabajaba 12 horas diarias como costurera para cubrir las prioridades más importantes: alimentación y estudio. Si bien es cierto que eso me hizo sentir como “la desventajada del barrio”, hoy puedo decirte que es el secreto de mi éxito. Mi dinero, sea mucho o sea poco, siempre fluye hacia lo que quiero. Aprendí lo importante que es tomar decisiones en paz, manejando lo que tengo con sabiduría.

 

Con preocupación veo una corriente de consumismo disfrazado de “abundancia”. Quien realmente tiene, no necesita mostrar. Cuando mostramos es porque en el fondo estamos buscando aprobación. Esto es lo que yo llamo “Inseguros liderando a inseguros”, un círculo de mendigos donde fluye el dinero como sustituto del amor propio. Por eso debes, antes de poner el dinero en cualquier lugar, preguntarte ¿Qué energía estoy poniendo en movimiento al poner mi dinero en esto?

 

[bctt tweet=»El dinero fluye a aquello que eliges como prioridad en tu vida» username=»armoniafrevista»]

 

¿Salir de deudas sin tener que ganar más?

 

Una de nuestras egresadas del Máster en Armonía Financiera, quien ingresó con una fuerte deuda, supo que había logrado el éxito cuando, después de comprar la blusa bonita de oferta, llegó a su casa y se dio cuenta que realmente no la necesitaba. Por primera vez en su vida se regresó a la tienda y devolvió la blusa. Ese acto de poder personal fue suficiente para torcer la energía del consumismo y salir de las deudas de 3 tarjetas de crédito en 6 meses, sin necesidad de cortarlas ni esperar ganar más dinero para pagarlo. Lo único que hizo fue aprender a fluir el dinero en la dirección correcta.

 

No se trata de tener, sino de mantener

 

Cualquiera tiene, pocos mantienen. Durante mis horas de contemplación en la quebrada, descubrí un comportamiento en mis vecinos muy extraño: al menos una vez al año subían a la azotea de su casa los muebles que tenían en casa, casi siempre destrozados. No, no eran los mismos muebles, sino que cada año cambiaban de muebles y los viejos terminaban completamente destruidos. Para mí eso era impactante, sobre todo porque mi mamá ha tenido toda la vida los mismos muebles, cuidándolos como un tesoro.

 

[bctt tweet=»La mayoría de las personas compran para tener, no para mantener» username=»armoniafrevista»]

 

La mayoría de las personas compran para tener, no para mantener. Esto lo veo desde las novias que hacen bodas fastuosas para divorciarse al año, las mamás que compran costosos aparatos a sus hijos sólo para que se entretengan, las familias que compran una mascota y luego la echan a la calle. En el mundo del desarrollo personal veo a la gente comprar cursos, cursos y más cursos, pero ni se dignan a aplicar, de hecho ni siquiera culminan el curso. El conocimiento, al igual que unos muebles, se puede comprar por estatus aunque ya se haya olvidado.

 

Comprar y no valorar, es derrochar. La clave siempre está en nuestra capacidad de mantener, de cuidar, de sostener, de circular. Todo el mundo quiere fluir el dinero desde el tener más, pero pocos carecen del compromiso para mantener lo que ya tienen. No necesitas tener más, la clave está en necesitar menos y valorar lo que tienes hoy, sea poco o sea mucho. En el río cada gota cuenta.

 

El poder está en lo simple

 

En mi niñez era un total imposible llegar a vivir en Europa. Siempre lo vi como un lugar de mucho lujo al cual yo como latinoamericana de barrio no tendría acceso. La única vez que lo imaginé fue en el 2003 y no fue sino hasta el 2009 cuando lo visité por primera vez. En ese viaje descubrí 2 mundos: el de la opulencia y el de la simplicidad. Descubrí que podía tener una vida de calidad sin sacrificar mi humildad y rodeada de naturaleza viva. La vida simple tiene un poder mágico, que es revelar el campo de las posibilidades infinitas sin hacer bulla ni rendirle tributo al ego.

 

[bctt tweet=»La vida simple es el verdadero secreto de la riqueza. No es miseria, es minimalismo» username=»armoniafrevista»]

 

Mi amiga Olga siempre dice “el turismo no es inmigración”, y tiene toda la razón. Vivir en Bélgica me ha llevado por un camino de conexión interior inigualable. He aprendido la diferencia entre la  miseria y el minimalismo, que lucen parecidos pero son energías opuestas. He aprendido que una economía es estable no por el consumismo sino por el compromiso y la confianza. Hoy día vivo en un pueblo donde vivo lento, aunque la gente diga que voy rápido. Pasé de ver correr el agua sucia detrás de mi casa, a ver cisnes paseando en uno de los canales más hermosos, justo frente a mi casa.

 

Hoy día no hago nada por dinero, ni dejo de hacer nada por dinero. Aprendí a fluir el dinero en mi vida como la bendición de mis talentos, como el lejano resultado de algo que amo hacer, incluso si no me pagan por ello. Erradiqué la necesidad de perseguir dinero, porque sé que el poder, la riqueza y la prosperidad es una energía que sólo puede venir de mí. Estoy en estado de servicio, no porque lo necesite sino porque me da placer. No necesito liberarme del dinero, sino vivir en armonía con él.

 

Soy una con el universo, agradezco lo que tengo y soy suficiente para servir. Soy abundancia.

 

¿Qué puedes hacer para comenzar hoy?

 

También puedes leer…