Todo lo que haces refleja tu mundo emocional. Seas consciente o no de lo que sientes y del impacto que tiene en tus decisiones. Cada cosa que haces y tienes refleja tu sentir. Así que esta es una buena oportunidad para tocar el tema del gasto irracional. Vamos a describir las tres emociones principales que te pueden ayudar a reconocer que estás en esa situación.
Euforia
La euforia es una emoción intensa, como un desbordamiento repentino de adrenalina. Una sensación de poder que te hace pensar que no hay límites para conseguir lo que quieres. Surge una confianza fantasiosa de que nada te puede detener. Es repentina y de corta duración. Es decir, es un impulso intenso cuando estamos frente a un estímulo. Sin embargo, se caracteriza porque al final de la emoción surge un decaimiento notorio. Un estado de vacío, confusión o sensación de pérdida.
Esta emoción tiene un efecto efervescente. Causa alboroto y luego desaparece dejándonos agotados. Es un estado alterado en donde no hay cabida para la calma o la reflexión de lo que está sucediendo. En la mayoría de los casos, tomar decisiones bajo este estado, puede conducirnos a resultados no deseados.
En las compras, es la emoción que te hace pensar que determinado producto o servicio es lo que más quieres en el mundo. No importa nada más que el deseo de poseerlo. Con que esté en tus manos, piensas que la felicidad será absoluta. Pero después viene la claridad de la realidad.
Arrepentimiento
Es la emoción que surge cuando te das cuenta de que lo elegido no era tan importante como pensaste. Quizás porque surgió algo con mayor importancia y ya no tenías el dinero para atender la necesidad. Tal vez porque te diste cuenta que no era tan útil.
En este punto buscas la forma de volver al estado inicial. Como quien retrocede la película para volver a empezar. Pero muchas veces una devolución y recuperación del dinero no es posible. Así que hay que lidiar con las consecuencias.
Negación
Es por esto que surge la etapa de la negación. Un estado emocional en el que no se reconoce la responsabilidad de la decisión. Por lo que se empieza a buscar culpables. Ya sea resaltando defectos o debilidades en el objeto de compra o acusando a la tienda o al vendedor de estafa.
Pero nadie te obliga a tomar una decisión. Cada elección depende de ti mismo, de lo que consideres bueno, correcto o necesario. Entrar en lucha tratando de justificar tu error no resuelve nada. Tal vez recuperes tu dinero, pero no cambiará tu comportamiento. Hazte consciente de lo que sientes y aprende a evitar el gasto irracional reconociendo tus emociones.
Ver también Emociones que atraen dinero
Vídeo Una nueva relación con el dinero – Gasto