Cuando no tienes educación financiera, manejar el dinero implica trabajar, recibir un salario y gastar lo que hay. No obstante, esto no tiene que ser así. También te puedes involucrar en perspectivas muy radicales como: o lo derrochas todo o no gastas, aunque tengas. Como nuestro propósito es ayudarte a tomar decisiones asertivas, en esta oportunidad trabajaremos tres formas saludables de gestionar tu dinero.
1. Ten un propósito
Una persona que gestiona sus finanzas tiene un propósito claro para sus compras. Es decir, difícilmente adquiere un producto para dejarlo tirado en un rincón de su casa. Planea su utilidad, y en los niveles más maduros, verifica cuanto tiempo podrá aprovechar el producto.
Esto no suele ser lo primero que tienes en mente antes de hacer alguna compra. Por lo que te invitamos a ir más allá del deseo de poseer algo para que su presencia en tu vida tenga un significado. Puede que se sienta poco espontáneo al principio, no obstante, tener finanzas sanas te traerá alivio.
2. Reconoce tus emociones
Nuestras decisiones se basan en emociones, no en la racionalización de las situaciones. Por lo tanto, una persona que no se conoce a sí misma toma decisiones erráticas. Saber qué sientes y qué puedes hacer con ello afecta directamente la manera en la que manejas tu dinero. Así que una persona que piensa que las emociones son un obstáculo para sus metas suele vivir en el miedo a perder, en vez de estar en la capacidad de disfrutar lo que tiene de forma generosa.
Que no te gane la euforia por tener más, ni la angustia constante de estar en peligro de perder lo poco que has llegado a lograr. Busca el punto en el que puedas tener tus comodidades sin caer en el derroche insano pretendiendo un estilo de vida que no puedes pagar.
3. Administra lo que tienes
Si eres de las personas que se deja llevar por el momento a la hora de gastar, detente. El estado de la economía en tu entorno, las tendencias o la idea de que a mayor capacidad de compra mejor estatus social, dañan tus decisiones financieras. Recuerda, sea poco o sea mucho, la buena relación con tu dinero depende de para qué lo necesitas en tu vida. Si piensas que lo necesitas para gastar, en ArmoníaF te ayudamos a encontrar mejores usos para tu dinero. Establece como intención alcanzar metas financieras factibles en cuanto a tu cantidad de recursos. Procura incluir siempre tu verdadero bienestar y el compartir con los demás dentro de tus gastos.
La plenitud financiera no está en lo que puedas comprar si no en cómo disfrutas lo que compras. El mundo está lleno de ideas contradictorias acerca del significado de riqueza y abundancia. No te dejes envolver por significados que no aportan a la vida que deseas tener.
Si piensas que te falta mucho por entender acerca de cómo manejar tu dinero, siempre puedes prepararte para hacerlo mejor. Lo importante es que tomes la decisión de encontrar formas saludables de gestionar tu dinero. Lo más valioso que tienes, está dentro de ti.
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