¿Alguna vez has visto un niño pequeño que cuando se separa de su madre, llora desgarradoramente? Así sea que ésta vaya solo al baño y regrese, parece el fin del mundo para este pequeño. Estoy segura que has visto escenas como estas o lo has vivido si tienes hijos o algún niño cerca. Son muy frecuentes.
¿Te gustaría saber qué indicios te da este comportamiento sobre la capacidad de ser resiliente de tu hijo? ¿O sobre qué hacer para fortalecerla? Entonces este artículo es para ti. Sabemos que la resiliencia es la capacidad de los seres humanos de salir fortalecidos de fuertes situaciones adversas, lo que la convierte en una gran herramienta de vida.
El gran secreto para criar hijos resilientes
Siempre he dicho que es más fácil aprender que desaprender. Por eso es más fácil fortalecer esta capacidad de pequeños que esperar llegar a adulto. Desterrar pensamientos limitantes y cargados de negatividad cuesta. Por naturaleza los seres humanos tendemos a resistirnos a los cambios. Y criar niños resilientes en más sencillo de lo que se imaginan.
Después de la Segunda Guerra Mundial inició la psiquiatría infantil gracias a John Bowlby. Basó sus investigaciones con niños que perdieron a sus padres durante la guerra. Contaba que los niños que toleraban mejor dicha pérdida eran aquellos que habían tenido una sólida relación con su madre. Los que habían recibido más mimos y pasaron más tiempo en brazos, ¿sencillo, no?
Estableció que la cercanía amorosa era imprescindible durante los primeros años de vida. Esto permite lograr en ellos la fuerza interior necesaria para soportar las adversidades. Los niños menores de tres años, por no tener la misma percepción del tiempo que los adultos y en cuanto mejor era la relación con su madre, mostraban mayores signos de alteración tras la separación.
Por otro lado, los niños entre los cinco y ocho años de edad, podían reponerse mucho mejor si la relación con su madre había sido buena. En contraposición los niños que habían sido maltratados o ignorados y recibido poco contacto afectivo sin importar su edad casi no lloraban, porque sentían que no tenían mucho que perder.
¿De cuáles otras maneras podemos lograrlo? Te cuento 3 formas más para ponerlas en práctica ya mismo sin importar la edad de tu hijo.
3 formas poderosas de criar niños resilientes
- Comunicar sentimientos y emociones: Incentivar y permitir que expresen lo que sienten sin juzgar esas emociones de buenas o malas.
- Reconocer cuando realizan una actividad o acción: Felicitarlo no solo por el resultado final, sino por todo el proceso y las habilidades demostradas o desarrolladas para conseguirlo.
- Estimular el sentido de la vida: A través de la ayuda al otro o a personas en circunstancias más difíciles que le permitan sentirse útil.
Así que manos a la obra y tendrás la certeza que no importa el momento, el tamaño ni lo dolorosa que pueda ser una experiencia en particular para tu hijo porque sabrá cómo reponerse.
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