¿Sientes que te duele el alma cada vez que te toca pagar impuestos? ¿Crees que es injusto porque el gobierno no utiliza tu dinero correctamente?
Si te dijera que puedes disfrutar y sentirte empoderado cada vez que pagas tus impuestos tal vez pensarías que eso es imposible. Pero te adelanto que no lo es.
Es más, este cambio de perspectiva y de actitud no sólo es posible sino también necesario. Te recomiendo que lo lleves a cabo lo antes posible o estarás añadiendo mucho estrés emocional a tu vida. Sin ninguna necesidad lo harás cada vez que te toque pagar.
En primer lugar, ten en cuenta que si estás pagando impuestos eres una persona que está produciendo. Estás generando unos beneficios o que tiene unos bienes materiales que otros no tienen.
Por lo tanto, aquí ya deberías pararte y dar gracias por una situación que tal vez estás pasando por alto. No todo el mundo tiene casa, coche o trabajo.
Sin embargo no nos permitimos ver y disfrutar esa parte simplemente porque nos enfocamos en otros asuntos. Tales como lo que hacen los demás con «nuestro» dinero o que si pagáramos menos tendríamos mayores beneficios.
Si te das cuenta, ahí se están manejando dos situaciones absurdas. Por un lado tú sólo puedes controlar lo que haces tú con tu dinero y tus propiedades, pero no lo que hacen otros. Eso no está en tus manos y no depende de ti.
Por otro lado si pagaras menos sería maravilloso. Pero eso sólo es un supuesto que está en tu mente, que no es real, pero sí te está generando malestar.
Así es que deja de pensar en eso o toma acción y haz algo para cambiarlo porque en este segundo punto sí hay algo que tú puedes hacer.
¿En serio hay algo que pueda hacer yo para pagar menos impuestos? Sí, y es mucho más sencillo que intentar evadir, estafar o buscar la trampa.
¿Cómo ser feliz pagando impuestos?
Se trata de contribuir directamente con alguna causa que conecte contigo. Como por ejemplo en asociaciones sin ánimo de lucro para el cuidado de animales abandonados, mujeres maltratadas, niños sin hogar o cualquier otra causa que te toque el corazón.
Cuando contribuyes directamente a alguna causa, tus impuestos fiscales se verás reducidos. Además, te sentirás mucho mejor porque estarás viendo directamente el bien que genera tu dinero.
El segundo punto que deberías tener en cuenta es que si estás pagando impuestos es porque eres una persona autosuficiente. Tienes la capacidad de producir y crear por ti mismo, que está desarrollando sus capacidades y habilidades y está creciendo.
Por lo tanto siéntete muy orgulloso u orgullosa porque gracias a tu labor puedes ayudar a otros que tal vez no tienen la capacidad de salir adelante que tienes tú.
Recuerda, si te niegas a pagar impuestos, te estás negando a crecer.
Así es que siéntete empoderado cada vez que contribuyes al mundo. Ya sea pagando impuestos o ayudando directamente a quien lo necesita, porque como decía la Madre Teresa de Calcuta:
«No se trata de lo que haces sino de cuánto amor le pones a lo que haces«
Todo esto lo aprendí en el programa de Armonía Financiera y estoy enormemente agradecida porque me ha permitido vivir con ilusión lo que para muchos es una pesadilla.
Ahora piensa ¿cómo contribuyes tú al mundo? ¿Estás poniendo tus dones y talentos al servicio de los demás? Si aún no lo haces, empieza ya y descubrirás una de las mejores formas de sentir felicidad y bienestar a la vez que pones tu semilla para un mundo mejor.
Escrito por
¿Quieres la Revista ArmoníaF?
Más de 3.000 personas reciben cada mes nuestra revista digital totalmente gratis. Recíbela tu también, por email y sin importar donde vivas. Puedes tener la primera hoy mismo: