Desde que iniciamos la escolarización, entramos en competencia. Siempre hay que esforzarse por ser el mejor. Existe la exigencia de entregar lo mejor de nosotros para alcanzar resultados óptimos. Pero, ¿consideras que no das lo mejor de ti mismo? ¿Te sientes insuficiente?
Te confieso que esta perspectiva por ser la mejor inundó toda mi vida. Relaciones, estudios, trabajo, mi definición de éxito. Fue como crear una burbuja que eventualmente explotó.
Y esto ocurrió porque me agoté. Me cansé de dar lo mejor, entregar mi atención, recursos personales y obediencia hacia lo que debía funcionar.
Me di cuenta que para nadie era suficiente, ni como persona, ni en lo que entregaba a otros. Lo peor, era que insuficiente para mí misma.
Entre las consecuencias que esta perspectiva trajo a mi vida están:
Creer que lo bueno de la vida está en todo lo que no soy
Pensaba que todo en mi estaba mal. Que era mala, inadecuada, poco asertiva. Me sentía una total fracasada, nada en mi vida funcionaba. Y lo más resaltante es que pensaba que si cambiaba todo en mí para complacer a otros, iba a ser feliz. Aunque lo intenté, el resultado fue el contrario.
Exaltar el estado de carencia
Ya sea a nivel emocional, económico o laboral, el no sentirme suficiente no me permitía entrar en una perspectiva de disfrute. Vivía en un estado de querer más, sin siquiera saber para qué. Aún cuando mis necesidades básicas estaban cubiertas, mi pensamiento siempre era de «no hay».
No saber quien soy
Creo que esta fue la peor consecuencia. Me perdí, no sabía quién era. Entré en un adormecimiento que me hizo crear experiencias de dolor, maltrato y violación de mi integridad. No te puedo decir que todo mejoró de forma instantánea. Ha sido un gran camino de sanación, reconocimiento y decisión.
Cuando logré sentirme suficiente, llegó la calma y el bienestar a mi vida, sin importar la circunstancia.
Aprecié la perspectiva de que no necesito nada y que la suficiencia está en mí, aunque tengo a mi alcance la posibilidad de disfrutar todo.
Te invito a recorrer el camino, no esperes que sea fácil, solo elige la libertad de ser. Deja de sentirte insuficiente para ti misma y los demás.
Todo está en ti
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