En toda relación hay un intercambio vital. Cuando vemos a una persona enamorada, observamos a simple vista, el brillo de sus ojos y su actitud llena de vitalidad. Se ve radiante y no lo puede ocultar. Esto es algo que todos en algún momento hemos podido constatar. Desearíamos que esta etapa se mantuviera a lo largo de toda la vida. Sin embargo, es importante que consideremos que dicha vitalidad no se presentará siempre de la misma manera. Conforme la relación evoluciona, la manifestación de su intercambio vital se irá trasformando. Lo cual será de igual o aun mayor importancia para el bienestar de la pareja. E incluso de la familia que probablemente han conformado a partir de la misma.
La pareja, aún sin siquiera percatarse, mantendrá un fluido intercambio de energía. En sí mismo hablará del nivel de vitalidad que fluye dentro de su relación.
Un punto considerado crucial dentro de una relación de pareja, es la posibilidad que tienen de permitir que su pareja los influya. Es la forma en que simbólicamente y de manera real, abre el flujo de intercambio entre los miembros integrantes de la pareja. Con el fin de nutrir y proveer de vitalidad a su relación.
Intercambio vital
Si la pareja parte de la confianza personal, será sencillo compartir como una consecuencia natural y esperada. Habrá disponibilidad a escuchar y recibir las aportaciones para el beneficio mutuo que generalmente se encuentran deseosos de favorecer y mantener. La trasformación se genera cuando el tú y el yo, se funde libre de egoísmos y protagonismos. Creando un camino lleno de vida. En la que los errores son compartidos como la experiencia que de manera conjunta transitan. Donde los aciertos son motivos de singulares alegrías, que aligeran su andar depositando pequeñas semillas de amor. Las cuales darán nueva vida a quien se nutra de su enriquecido y aventurado camino. Cuyo objetivo principal es el bien común de cuantos formen parte del clan.
Conviene pues tener presente que la pareja, mostrará a través de sus decisiones la vitalidad de sus acciones. También que para que este intercambio se mantenga en equilibrio, será fundamental que la pareja tenga en consideración la opinión y punto de vista de su compañero o compañera. Ya que, con ello, cada uno compartirá su energía de vida. Permitiendo que la vida fluya a través de su relación, generando ambos en forma conjunta todo un gran camino de vida por recorrer y compartir. La vida fluye en la pareja, a través del intercambio vital que cada uno aporta a la hora de crear su propio y compartido camino.
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Lilian Rodríguez