De acuerdo al psicólogo Paul Ekman existen 6 emociones básicas. Estas son el miedo, la tristeza, la alegría, la ira, el asco y la sorpresa. Bajo esta premisa, todas las emociones son consideradas “negativas”. Excepto la sorpresa. La cual no es considerada ni positiva, ni negativa y la alegría es considerada como “positiva”.
Lo anterior lleva a reflexionar sobre la importancia de la alegría en nuestras vidas. Sabemos que en el fondo las emociones en sí mismas, no son “negativas” o “positivas”. Pero sí describen en buena medida, la desproporción y el uso negativo que les tendemos a dar. Como remanente de una herencia prehistórica.
Es por ello que en la relación de pareja, desde mi perspectiva considero a la alegría, como un remo que permite que le demos movimiento, fluidez y dirección al amor. Tal como cuando lo usamos en el agua. O un salvavidas que le permite a la pareja, no ahogarse, en el mar de sus diferencias. La alegría, en pocas palabras es una herramienta esencial en una relación de pareja. Ya que le facilita en su cotidianidad, llevar la relación a buen puerto. Veamos porque es fundamental.
Otro psicólogo, John Gottman ha encontrado que aproximadamente el 69% de los conflictos en los matrimonios, resultan ser insolubles. Es decir, que no tienen solución. Pero no te asustes. Pues también habla de que muchas parejas viven su relación satisfechas y felices a pesar de dichos conflictos.
¿Cuál es el secreto para lograrlo?
En primer lugar, justamente entender que no tienen solución. Aprender a vivir con estos. Como lo hacemos con una enfermedad crónica o defecto físico (hipertensión, miopía, diabetes, etc.). En segundo lugar y lo más importante, se requiere darle ese sutil, pero gran toque de alegría, a través del sentido del humor.
Seguramente recuerdas aquella vez en que cariñosa y respetuosamente te burlaste de tu pareja. O tu pareja se burló de ti, por algo que es bien sabido por ambos “que no tiene remedio”. Por ejemplo, dejar la cocina como un campo de batalla o siempre querer dormir más los fines de semana. Andar siempre en el despiste o distracción, etc. Y sabrás que es la forma en que ambos hacen la situación más ligera. Porque el ambiente y la actitud entre ustedes, refleja complicidad, buen humor, alegría.
Gracias a que ambos conocen el problema y hablan de él, pero generalmente (no siempre es posible), desde el buen humor, su alegría y mutuo amor los mantiene en armonía.
No hay duda, que la vida siempre es mejor, si la vivimos con alegría, ¿no lo crees?