La manifestación de un creador

ArmoníaF Team Felicidad Productiva Leave a Comment

La manifestación es una expresión para dar a conocer, que se exterioriza. Ya sea en sentimientos, emociones, ideas, opiniones, etc. Lo que motiva a ser un creador, es una búsqueda de placer y propósito en la vida de cada persona.

Para ello vamos superando escalones hasta ver lo que deseamos hecho realidad.

El camino de la manifestación

 

Todo comienza en ese lugar en el que nos sentimos plenamente felices. Un nivel alto de conciencia, que no se puede manifestar con palabras. Es un mundo libre de imágenes, de formas. Es ese lugar donde se aloja la mente para alcanzar el vacío absoluto. Aquí es donde nos encontramos con nuestro verdadero ser.

Siguiendo ese proceso de manifestación pasamos a otro escalón donde se pone a prueba la capacidad de seguir nuestro corazón o no hacerlo. Aquí comienza la creación a través de los pensamientos. Nos vamos a encontrar con la aparición de nuestro propio ego, el cual nos impide distinguir entre la belleza auténtica y la prefabricada. Dándole más importancia a quien forma la obra que a su verdadera esencia. Más gráficamente, es la aparición del sentimiento de superioridad donde juzgamos a los que no actúan como nosotros lo haríamos.

Siguiendo en este tránsito de la manifestación llegamos a un escalón que nos relaciona con el temple. Este es el encargado de hacernos tener la serenidad y el aplomo para dejar atrás nuestras emociones o sentimientos y actuar con objetividad en muchas situaciones. En este escalón se deben superar las barreras de los delirios de grandeza, la tristeza o sentimientos de fracaso cuando las cosas se van en otra dirección.

Como último peldaño en nuestra labor de manifestar, está la acción. Este nivel es el del trabajo y las responsabilidades. El de las oportunidades, las diversiones pero también los sufrimientos. Aquí nuestra manifestación entró en el mundo físico. Este nivel de la acción es el de la elección, de la libre iniciativa, de la transformación y de la consumación de nuestro deseo.

La historia de un creador

 

Una vez comprendidos estos niveles me gustaría compartir contigo una historia de un pequeño al que llamaré Campeón. Su experiencia me permitió comprender esto que les estoy transmitiendo. 

Campeón es un niño inquieto por naturaleza. Pero, más lo describe su gran curiosidad infantil, que en algunas ocasiones lo ha llevado a retarse a sí mismo.

A Campeón le diagnosticaron dificultad de aprendizaje, pero pareciera que ese diagnóstico no lo define a él. Y es aquí donde quisiera detenerme y contarles por qué creo eso.

Hace unos días se encontraba ante la realidad de presentar un examen de matemáticas. Sin detenerse mucho a pensar cómo lograría sacar un 10 en su examen, expresó su más genuino deseo.

Voy a sacar un 10”. En España representa la máxima calificación. Campeón decidió seguir los anhelos de su corazón y acto seguido decidió actuar. Con tan solo 8 años en unas hojas a las que llamó hojas para repaso, comenzó a practicar y a practicar hasta que se sintió a gusto consigo mismo.

Pasaron los días y una tarde recibí un mensaje de voz en mi móvil, en el que me comunicaba desde su más absoluta sencillez, ¡Caterina he sacado un 10 en el examen de matemáticas!

Por supuesto yo al otro lado del móvil saltaba de la emoción, y le envié un mensaje recordándole que era un Campeón. Si, un Campeón porque ante el desafío que representaba para él ese examen logró cumplir su deseo más genuino: ser él mismo.

No olvidemos, todos tenemos alma de campeones porque cada quien es un creador.

Ver también Lo que creas, te recrea

Caterina Gravina

 

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