Cuando conocimos el cuento de la liebre y la tortuga, aprendimos que la tortuga llegó a la meta a pesar de ser muy muy lenta. El poder que tiene la tortuga no es la velocidad, sino el enfoque. En esta oportunidad te cuento porqué el enfoque, y no la velocidad, es la clave del éxito en los negocios.
Los enfocados nunca se pierden
Imagínate que el éxito está en la cima de una montaña. Hay dos personas que desean llegar allí: una va a pie y la otra va en helicóptero. La que llega volando siempre va a llegar rápido, pero nunca tendrá idea de cómo llegar allí otra vez. La que va caminando, habrá llegado lento, pero sabrá regresarse y volver a subir cuantas veces quiera.
El éxito nunca es un destino, sino un camino. Un negocio nunca te lo podrán construir tus gurúes ni tus mentores, porque es un proceso que debe ser personal para que sea real y se pueda sostener por sí mismo a través del tiempo. La lentitud tiene la magia del aprendizaje, el conocer los “cómo” detrás de los resultados y la consciencia de creación en cada fase de tu negocio. Los lentos nunca se pierden porque aprendieron el camino para ir y volver las veces que sea necesario.
Los enfocados nunca se distraen
Volvamos a visualizar la tortuga junto con la liebre. La liebre ve para todas partes, su período de atención es corto y es sensible ante cualquier estímulo. En cambio, la tortuga ve para un solo lugar, su período de atención es más largo y filtra los estímulos, quedándose con aquellos que son realmente importantes. La lentitud nos permite discernir lo que suma de lo que no.
En el mundo de los negocios existe un término llamado “objetos brillantes” que son aquellas personas, productos u ofertas que se ven interesantes y/o tentadoras, pero que no tienen mayor consistencia en lo que se entrega. Para quienes desarrollamos negocios, un objeto brillante no sólo nos roba tiempo, sino también dinero y energía. Alguien que vaya lento en su negocio, tomará decisiones con lentitud y podrá tomar decisiones que sumen a su foco de atención.
Los que desarrollan negocios como las liebres (corriendo, distraídos) es porque tienen la emergencia de cubrir sus necesidades. Un negocio enfocado como las tortugas, son negocios que se crean con calma, y con una gran probabilidad de que se mantengan en el tiempo. No son negocios creados por emergencia, sino para expresar un propósito de vida. Son negocios tan duraderos, resistentes y tranquilos como las tortugas.
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