Nos encanta hacer planes e imaginar que si hiciera tal o cual cosa sería más feliz.
Pero después si no conseguimos esos deseos nos sumergimos en la resignación y la frustración. Creyendo que no lo logro porque «Yo no puedo» o «Yo no soy capaz».
«Me gustaría hacer deporte, pero no soy constante».
«Quiero adelgazar, pero no tengo fuerza de voluntad para mantener la dieta».
«Me gustaría tener mi propio negocio, pero no tengo tiempo, ni dinero, ni conocimientos».
De esta forma vamos reciclando nuestras metas año tras año. Pensando que es una cuestión de incapacidad o de no ser lo suficientemente buenos.
Pero eso no es cierto.
Lo único que conseguimos con esa actitud es dañar nuestra auto-estima. Desmotivarnos e incluso renunciar muchas veces antes de tomar acción. O intentarlo, pero con muy poca fe.
Tu mente inconsciente
Ahora, ¿qué pasaría si te dijera que tú sí eres capaz de lograr lo que deseas, pero es tu mente inconsciente es la que no quiere?
¿Cómooooo?
Sí, así es.
Cuando no consigues tomar acción o no consigues los resultados que deseas, es porque hay un conflicto entre lo que deseas (mente consciente) y lo que crees (mente inconsciente).
Según los científicos nuestra mente se divide en una parte consciente y otra inconsciente. La primera representa alrededor de un 3 o un 5%, y la segunda, entre un 95 y 97%.
¿Con estos números quién crees que dirige tu vida? Está claro ¿verdad? Efectivamente, tu mente inconsciente.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que la función de tu mente inconsciente es protegerte. Si dentro de ese 95 o 97% hay información o creencias escondidas que dicen que lograr lo que deseas no es lo mejor para ti, entonces no lo lograrás.
Imagina que quieres crear un negocio y ganar mucho dinero (deseo consciente). Pero tienes creencias (almacenadas en tu mente inconsciente) de que el dinero corrompe a las personas. También que trae problemas o puedes ser envidiado por tus amigos y quedarte solo. Con esas creencias tu mente jamás te permitirá tener éxito y ganar dinero. Ahí es cuando aparece el auto-sabotaje, la postergación y el poner excusas para no tomar acción.
En definitiva, si tú deseas hacer algo, pero no lo consigues, no significa que no seas capaz. Es porque tu mente inconsciente no quiere que lo consigas.
Descubre lo que hay en tu mente
Por lo tanto, el primer paso para cambiar esto sería descubrir cuáles son las creencias que están almacenadas en nuestra mente inconsciente y que no están alineadas con nuestros sueños o deseos.
Para ello te propongo que te plantees estas 5 preguntas que te ayudarán a descifrar el enigma que esconde tu mente:
- ¿Qué pierdo si consigo lo que deseo?
- ¿Qué gano con no conseguirlo?
- ¿Creo y siento que lo merezco?
- ¿Realmente me siento capaz o tengo dudas?
- ¿Es algo que voy a disfrutar o es un sacrificio?
Respondiendo a estas 5 preguntas descubrirás qué es lo que te impide tomar acción y conseguir lo que deseas.
Después cambia esas creencias limitantes por creencias posibilitantes y sigue regando estas últimas para que crezcan y pronto den sus frutos.
Así es que recuerda, si estás en un «quiero, pero no hago», aparca las quejas, sal del victimismo y empieza a hacerte preguntas para encontrar la coherencia que te llevará a la acción.
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