Algo que la mayoría de nosotros tenemos que trabajar (y me incluyo) es el disfrutar el momento presente (aunque a veces este sea duro). Y con esto me refiero a que:
Tenemos trabajo, pero nos quejamos porque no tenemos tiempo. Ya sea para vacacionar, descansar, resolver nuestros pendientes, atender un tema de salud, entre otras cosas. Sufrimos por el estrés del trabajo, por las fricciones con los compañeros, por el ajetreo del día a día.
Estamos en la búsqueda de empleo, pero nos quejamos porque no tenemos dinero y nos generamos mucha angustia alrededor del tema. En lugar de enfocarnos en todo lo que podemos hacer, nos angustiamos por todo lo que no tenemos.
¿Cuál es el verdadero problema?
Que queremos buscar la felicidad en el exterior, sin darnos cuenta de que esta, se encuentra dentro de nosotros. Pensamos: “cuando tenga trabajo podré ser feliz”. Pero la realidad es que llega ese empleo y no lo somos. Puede ser porque nos da miedo no ser buenos, perderlo, no caerle bien al jefe o a los compañeros. O creemos: “cuando me vaya de vacaciones seré feliz”, y tampoco pasa. Entonces nos angustiamos por el trabajo o tristes porque las vacaciones se van a terminar, en lugar de enfocarnos en el momento que estamos viviendo y disfrutarlo.
Te cuento una ocasión cuando me encontraba desempleada. Eran alrededor de las 12 del día, me dieron ganas de tomar una siesta. Pero llegaron a mí los típicos pensamientos de culpa: “como lo vas a hacer si estás desempleada”. “Deberías estar buscando empleo”. “Mejor ponte a hacer algo productivo”.
Sin embargo, decidí no escuchar esas voces y gocé de las bondades que trae el desempleo y tomé la siesta como quería. Tiempo después ya con trabajo, un día tenía mucho sueño (de ese que se te cierran hasta los ojos). Pero de repente recordé aquel momento en el que me permití la siesta y me dije: el momento de descansar ya lo disfrutaste, ahora es momento de dar lo mejor de ti” y me dispuse a trabajar.
Si actualmente estás desempleado, disfrútalo, sé feliz con todo lo que tienes. La gran ventaja que nos da el desempleo es el tiempo. Pasa tiempo con tu familia, ve sus programas favoritos, conecta con ellos y contigo. Con lo que tú quieres y con la forma en la que quieres percibir ese momento.
Si estás trabajando, disfruta a tus compañeros, su compañía. Haz tu trabajo y da lo mejor de ti, sirviendo al otro para que puedas hacer su vida más fácil. Falsamente creemos que todo dura para siempre, pero no es así. Cuando menos te des cuenta, ya no vas a reír a carcajadas con tus compañeros. Ya no tendrás esos momentos de compañía, porque al final todos somos pasajeros y todo es cíclico.
Cuando estés viviendo un momento duro en el presente, recuerda que, como todo, pasará. ¿Recuerdas ese momento en el que sufriste pensando en que todo iba a estar mal? ¿Qué pasó con él? ¿Lo hiciste más grande de lo que realmente era? ¿Valió la pena sufrir tanto? La respuesta en la mayoría de los casos es no.
¿Qué te aleja del momento presente?
Si vives en la añoranza del pasado, pensando que todo era mejor cuando tenías trabajo o “x” cosa/situación, justamente estás viviendo en el pasado. Cuando te atormentas por todo lo que tienes que hacer/pagar, vives en el futuro (sufriendo por algo que posiblemente no pase). Pero cuando vives el momento presente, vives en gratitud, armonía y felicidad.
Yzcaret García Flores
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