Paz mental y respeto por los demás

Reflexionar es una invitación a hallar la paz mental dentro de ti. Quiero que pienses y sientas las siguientes preguntas que te haré:

• ¿Se alinean tus palabras con tus acciones?
• ¿Qué significa para ti, no mentir, no robar, no engañar?

Bien, no te juzgues, ni te asustes, ni huyas de esta lectura. Lo que te presento a continuación es un tema verdaderamente desafiante en la vida que llevamos en la actualidad. Tal vez tenga relación con alcanzar o no la paz mental.

Hemos aprendido a vivir con una serie de reglas éticas que facilitan la convivencia en la sociedad. Tú y yo en muchas ocasiones incluso ni tan sola las hemos cuestionado. Sin embargo la pregunta es, ¿realmente eres congruente entre tus pensamientos, palabras, acciones y lo que sientes?

Ser sinceros con nosotros mismos y actuar con coherencia. El no engañar y ser honestos con los demás y contigo representa un reto constante. Se dice que el sabor de la verdad es dulce.

La verdad deja una sensación agradable, de paz, tanto en quién la pronuncia como en quién la recibe. Pero, a veces decidimos ser políticamente correcto, entonces realmente ¿estás siendo honesto?

Un corazón transparente

Hace algunos años leí una historia muy interesante. Se trataba de un joven príncipe que estaba a punto de ser coronado emperador y debía casarse. Para elegir esposa realizo un desafío convocando a las jóvenes en la corte. Entregó una semilla de una flor a cada una. Explicó que en 6 meses la que se presentara con la flor más hermosa sería su esposa.

Una de las jóvenes que se presentó sentía un amor profundo por el príncipe. No sabía nada de jardinería pero si sabía que con amor y cuidados tendría la flor más bella. Pasaron 3 meses y la flor no florecía.

Llegó el día esperado y la joven estaba triste pues su semilla no germinó. No obstante, ella solo quería estar en presencia del príncipe. En el día fijado ella estaba allí con su florero vacío. Las otras muchachas también se hicieron presentes. Cada una con una flor más hermosa que la otra. De las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada, nunca había presenciado tan bello espectáculo.

Finalmente, llega el momento el príncipe observó cada una de las muchachas con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anuncia el resultado e indica a la bella joven como su futura esposa.

Nadie comprendió por qué había elegido justamente aquella que nada había cultivado. Entonces, tranquilamente el príncipe aclaró:

– Ella fue la única que cultivó la flor que la volvió digna de ser emperatriz. La flor de la honestidad, pues todas las semillas que entregué eran estériles.

La paz mental como resultado de la honestidad

La honestidad es como una flor tejida con hilos de luz que ilumina a quien la cultiva y esparce claridad en derredor.

Ser honesto significa elegir no mentir, no robar, no engañar de cualquier manera. Cuando una persona es totalmente honesta, construye fortaleza de carácter que le permite ser de gran servicio a Dios y a los demás. Una vez que se practica la honestidad, en todas las facetas de la vida, la persona es bendecida con paz mental y respeto por los demás.

Eso sí, hace falta una gran determinación, para estar dispuestos a saber quiénes somos. Para lograrlo es imprescindible la compasión, el autoconocimiento y actualizaciones constantes del Ser.

Será necesaria una gran voluntad y compromiso en pos de esa honestidad.

“Servir desde Ser es un acto de honestidad” Ysabel Viloria

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