Compartiré contigo, como vivo la experiencia de la confianza. La verdad me encanta como buena venezolana confiar en las personas. Al principio les abro mi corazón, les ayudo, les enseñó pues así me siento bien. Lo disfruto.
Luego pasa que vienen las diferencias, y es aquí he tenido una de las grandes lecciones de mi vida. No todo el mundo es igual, ni sienten igual, y por eso he aprendido paso a paso a aceptar a las personas.
Con el tiempo, he aprendido que tener una persona presente en mi vida es una oportunidad para sanarme, perdonarme, y liberar un sin fin de creencias incorrectas.
La vida es una escuela, donde la mayor «confianza» es aprender que ella va a poner en mi camino. Yo atraigo desde mi inconsciente.
Por eso escucharás esas palabras que a veces, en mi particular me ha hecho mucho ruido, esas son tus proyecciones, recógela y trabaja en ti. El Universo te va a devolver aquello que das, sino estaríamos en juicio.
Confiar en las personas, es entregar amor
Ya sé que a tu mente vendrá pensamientos, pero sabes que cada quién que cargue su cruz, así como a mi me toca cargar la responsabilidad de la mía.
Y eso aunque tu no lo creas es amor. Es la más noble contribución que podemos dar incondicionalmente al planeta, para una expansión de consciencia.
Mi querida mentora Joselyn Quintero, tiene un libro llamado «Semillas de Riqueza», el cual les recomiendo leer tan pronto te lo permitas.
Ella bien explica en su Modelo de Ecosistema Financiero, «como categorizar a las personas de acuerdo a como se relacionan con el dinero». Allí cada uno confía en ciertas creencias, para entonces actuar y evolucionar.
Esto como para integrar la ideas arriba expuestas. Pues nos permite comprender como lo hace cada uno desde su ser interno.
Confiar es una experiencia de vida totalmente nutritiva, siempre que nos enfoquemos en ser y brindar lo mejor de nosotros sin limitarnos las expectativas del otro. En fin una oportunidad para dar, y agradecer por la oportunidad de servir.
Atrévete a confiar desde la paz.
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Miryam Morgado