Con frecuencia escucho en las personas decir que “no son buenas con sus finanzas”. Como si se tratara de una asignatura que deben seguir en el colegio. Si tú eres de las personas que no se siente competente en las finanzas, entonces quédate aquí. Leyendo atentamente los 3 motivos por el cual las finanzas son tan retadoras para nuestra mente.
Porque nos confronta
La forma como utilizamos el dinero, es un claro reflejo de nuestras prioridades y nuestras irracionalidades. De la misma manera como nos sentaríamos en el diván de un psicólogo a soltar nuestras ideas para descubrir nuestras trampas, el dinero es la radiografía que nos dice dónde nos refugiamos emocionalmente. Lo primero es soltar la creencia de que somos “malos” en las finanzas. Todos estamos haciendo el mejor trabajo que podemos. Aquello que dejamos por fuera o no hacemos, es simplemente un resultado de una creencia basada en la ignorancia de lo que aún no sabemos. ¡Pero siempre se aprende, se mejora y se crece!
Porque nos ordena
En el mundo del dinero, el orden se asocia con el poder de decisión. Cuando tienes claro tus objetivos del mes siguiente y sabes de antemano cuánto te va a costar cada compra que haces para hacer posible ese objetivo, empiezas a decidir con congruencia. Cuando tuve mi primer empleo formal, a los 16 años, llevaba conmigo una libreta pequeñita. Allí anotaba las 5 o 6 cosas que debía pagar el mes siguiente. Una vez que llegaba el día de cobro, pagaba todos los pendientes y aún me quedaba dinero. En ese momento mis colegas se sorprendían. Pero yo no entendía por qué se les hacía tan complicado llevar una libreta y anotar los gastos del mes.
Porque nos proyecta
De la misma manera como un arquitecto hace una proyección mental de cómo luciría un espacio, de acuerdo a las dimensiones disponibles y a los requerimientos, las finanzas nos invitan a proyectar nuestra vida futura, en términos de números abstractos. Esa capacidad de dimensionar el futuro es único y exclusivo del cerebro humano. Pero lamentablemente derrochamos esa poderosa capacidad, con el nocivo hábito de la preocupación.
Para llevar un orden básico no necesitas un postgrado en finanzas. Pero sin duda ese pequeño orden te permitirá dar los primeros pasos conscientes hacia una vida donde el dinero deje de ser una carencia y se convierta en un aliado poderoso… tengas poco o tengas mucho.